De acuerdo al periódico local Argumenti i Fakti, el hombre había festejado la victoria de la Selección nacional sobre Nigeria, aquel partido “milagroso” que permitió a Argentina pasar a los octavos de final del Mundial de Rusia. Desde aquel momento se convirtió en el blanco de burlas de su mujer.
«Desde el inicio del Mundial, me molestaba con que Messi juega mal y no pudo siquiera marcar el penal contra Islandia«, contó el hincha declarado de la “Pulga”.
Tras la enésima afrenta sobre el astro del Barcelona «y sus cualidades deportivas», el admirador de Messi agarró sus cosas y se marchó de casa.
«No me pude contener y le dije todo lo que pienso sobre Cristiano Ronaldo, la selección portuguesa y los clubes que le gustan a ella. Luego junté mis cosas y me fui para siempre», detalló el marido totalmente despechado. Al día siguiente, el hombre solicitó oficialmente el divorcio de su mujer ante el registro civil.
La pareja se había conocido en un bar de Cheliábinsk, en los Urales, durante uno de los partidos del Mundial Corea-Japón de 2002. Desde entonces eran inseparables, pese a tener gustos deportivos dispares.