Héctor López, de 25 años, había desaparecido el 10 de diciembre en Puerto Madryn. Su familia fue encontrando indicios alarmantes a los que se le sumó después el llamativo suicidio de un testigo del caso. Finalmente encontraron su cuerpo en las últimas horas: le faltaban las manos, estaba semienterrado y cubierto con cal.
El jefe de los fiscales explicó a Télam: «Claramente este episodio y el contexto tienen el sello narco». Es por eso que la causa será enviada a la Justicia Federal, mientras avanza en la provincia la investigación por su desaparición.
El joven asesinado había sido visto por última vez el lunes de la semana pasada y unas horas después sus familiares encontraron en la zona de chacras de El Doradillo el auto de la víctima abandonado. La preocupación estalló cuando descubrieron en el baúl manchas de sangre.
La policía rastrilló entonces los alrededores sin éxito. Sin embargo, muy cerca del lugar donde apareció el vehículo, los familiares de López fueron otra vez los que descubrieron nuevas pistas. Encontraron su DNI, el celular -que tenía dos disparos-, ropa suya y de otra persona y un par de guantes de látex.
Dos días después de la desaparición, el suicidio de un chico de 21 años que había declarado en la causa por la desaparición, le sumó misterio y desesperación a la búsqueda. Junto al cuerpo del testigo, encontraron una nota dirigida a la familia de López que advertía: «Esto pasa por jugar con fuego».
La principal hipótesis de los investigadores apunta a un ajuste de cuentas narco. En los últimos días, el Gobierno decidió “descabezar” a la división Drogas de Puerto Madryn.