Había nacido en una zona de la África , en el de Arsi. La quedaba lejos de su pero eso no le impidió . Educarse era la única posibilidad de salir de tanta y tener algún futuro. ¿La única?
Todos los días recorría los 9 kilómetros que lo separaban del colegio con una férrea . Y para no tardar tanto ni aburrirse en el camino, decidió hacerlo corriendo.
No había mal clima ni contratiempos que le obstaculizaran su aprendizaje; educarse era su única oportunidad. Y si eso le permitía superarse, podría comprarle zapatos a sus hijos para que no anduvieran descalzos como él.
Un día se dio que no iba a la escuela porque la educación le depararía un futuro mejor; iba porque le gustaba correr.
Y si bien los pies no se le deformaron por correr descalzo, tantos años yendo con los libros bajo el brazo le deformaron su estilo: cuando corría agitaba mucho su brazo y muy poco el izquierdo, llevándolo pegado al cuerpo como si llevara los libros a todas partes.
El 28 de septiembre de 2008 Haile Gebrselassie fue el primero en cruzar la puerta de Brandenburgo y establecer un nuevo récord mundial al ganar la maratón de Berlín.