Estados Unidos lanzó ese jueves por tercera vez esta semana ayuda humanitaria desde sus aviones hacia el castigado norte de Gaza, en esta ocasión paquetes que contienen más de 38.000 lotes de comida, informó el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM).
Este lanzamiento aéreo se produjo junto a las Fuerzas Armadas de Jordania con el objetivo de “proporcionar ayuda esencial a los civiles afectados por el conflicto en curso”, según el comunicado del CENTCOM.
Los aviones C-130 estadounidenses lanzaron “más de 38.000 lotes de comida, proporcionando asistencia humanitaria vital en el norte de Gaza, para permitir el acceso de la población civil a la ayuda crítica”, se apunta en la nota.
Hace dos días, Estados Unidos llevó a cabo un segundo lanzamiento aéreo en el que distribuyó aproximadamente 36.800 lotes de comida, si bien tres días antes efectuó el primero en el que lanzaron otros 38.000 lotes.
Por otra parte, el Ejército jordano indicó en un comunicado que este jueves realizaron un total de nueve lanzamientos de ayuda humanitaria sobre el enclave palestino.
Desde el comienzo de la ofensiva israelí contra Gaza tras el ataque de Hamas el pasado 7 de octubre, Jordania ha llevado a cabo 29 lanzamientos desde el aire, 23 de ellos en cooperación con otros países como Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Francia.
Bombardeos, hambruna severa, enfermedades, solo un litro de agua diaria por persona, violencia, hacinamiento, desesperación y miedo, así es la vida en Gaza, y en el norte peor que en el sur, según describe el coordinador de Logística de Médicos Sin Fronteras (MSF), Alfonso Artacho.
“Nadie duerme una noche seguida” porque los bombardeos son continuos, ha explicado, para añadir que “en el norte se muere gente, hay hambruna severa”, mientras que en el sur no hay malnutrición severa y la población logra sobrevivir porque la poca ayuda humanitaria se queda en Rafah al ser saqueada tras cruzar la frontera.
Han detectado en la Franja de Gaza multitud de enfermedades infecciosas, cutáneas y respiratorias además de diarreas, a consecuencia de la falta de suministros médicos y de atención e instalaciones sanitarias tras haber sido bombardeadas, explica el delegado de MSF en Andalucía, Carlos Bustamante.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) fija un objetivo de 20 litros de agua por persona y día en situaciones de emergencia y en Gaza no se llega a un litro por la falta de capacidad de distribución ante la destrucción parcial de infraestructuras.
A ello se une la limitación derivada de la ausencia de camiones y de combustible para su funcionamiento, por lo que el suministro debe ser “garrafa a garrafa” y los vehículos son asaltados por la desesperación de la población, indica Artacho.
(Con información de EFE)
Fuente Infobae