La ministra de Asuntos Exteriores de Suecia dijo el lunes que China había negado una solicitud para que los fiscales llevaran a cabo una investigación sobre el barco chino vinculado a dos cables cortados en el Mar Báltico.
Por su parte, China afirma que ha facilitado información y documentos a la investigación conjunta a bordo del carguero Yi Peng 3, y ha invitado a Alemania, Suecia, Finlandia y Dinamarca a participar en ella y completarla, informó el lunes el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El granelero chino volvió a moverse tras más de un mes parado en aguas danesas, según informó el sábado el servicio de guardacostas sueco. China permitió la semana pasada que representantes de Alemania, Suecia, Finlandia y Dinamarca subieran a bordo del buque para la investigación.
Añadió que China había notificado con antelación a todos los países pertinentes y estaba dispuesta a mantener la comunicación y la cooperación.
De acuerdo con el comunicado emitido por la policía sueca el jueves pasado, las autoridades chinas están liderando las pesquisas a bordo del carguero y han extendido la invitación a los observadores suecos, así como a la Comisión Nacional de Investigación de Accidentes, para que sigan de cerca las actividades.
El fiscal del Estado sueco, Henrik Söderman, lidera la investigación sobre el presunto sabotaje, en la que también colaboran Finlandia y Lituania. Sin embargo, las actividades realizadas este jueves en el Yi Peng 3 no forman parte de estas diligencias oficiales, según aclaró la policía sueca. En declaraciones a la cadena pública SVT, el portavoz policial Per Engström explicó que los agentes siguen limitados a observar las acciones de las autoridades chinas sin intervenir directamente.
Los cables son esenciales para las comunicaciones y el suministro de energía en la región, lo que ha incrementado la preocupación de los países afectados.
Por su parte, Dinamarca, Finlandia y Alemania también han enviado representantes para seguir de cerca las investigaciones, ya que los daños a los cables submarinos afectan directamente a sus infraestructuras. La colaboración entre estos países busca garantizar que se esclarezcan las causas del incidente y se determinen las responsabilidades correspondientes.
El caso del Yi Peng 3 pone de manifiesto la creciente importancia de los cables submarinos como infraestructura crítica en el mundo moderno. Estos cables no solo son fundamentales para las telecomunicaciones, sino que también desempeñan un papel clave en el transporte de energía eléctrica entre países. La interrupción de su funcionamiento puede tener consecuencias para la economía y la seguridad de las naciones afectadas.
Aunque las investigaciones continúan, el acceso restringido al carguero chino plantea interrogantes sobre la transparencia y la cooperación internacional en casos de este tipo. La participación de múltiples países en las investigaciones refleja la magnitud del problema y la necesidad de una solución conjunta para prevenir futuros incidentes similares.
(Con información de AFP y Reuters)
Fuente Infobae