La profesora Alba Alderete, hermana de Ada Nilda Alderete (cuyo nombre fue impuesto a la Escuela Primaria Municipal) destacó, «el maestro tiene como misión suprema la de abrir las puertas cerradas al hombre naciente y mostrarle el camino hacia la libertad».
Durante el acto de inauguración de la Escuela Primaria Municipal, Alba Alderete en representación de la familia de Nilda se dirigió a los presentes.
En ese contexto comentó, «fuimos cuatro hermanas, Nilda, Mimí, Alba y Marcia. Abrazamos, desde muy jóvenes, la docencia como las más gratificantes y enriquecedoras de las actividades humanas. Así fue que en el seno de nuestras familias crecimos con la convicción de que el maestro tiene como misión suprema la de abrir las puertas cerradas al hombre naciente y mostrarle el camino hacia la libertad».
Por otra resaltó, «Nilda asumió desde muy joven la responsabilidad de compartir con mi madre el cuidado de nuestra familia y se dedicó con pasión a la educación».
«Dejó profundas huellas en las aulas de los niveles pre escolar, primario, medio y superior; y lo hizo con las fuerzas que impulsan las grandes obras. Realizó las tareas en medio de grandes dificultades, enfrentando todos los desafíos con la nobleza que siempre la caracterizó», añadió.
«En este día, en que la Escuela Primaria Municipal abre sus puertas, quiero felicitar a los integrantes de la comunidad educativa por el logro alcanzado. Ahora nuevos caminos se abren ante ustedes y si siguen sembrando recogerán, si siguen aprendiendo con humildad se enriquecerán», agregó.
Finalmente y dirigiéndose a los docente Alderete expresó, «les deseo que la fuerza del espíritu de Nilda los acompañe siempre para vencer todos los imposibles, para que todas sus acciones sean nobles y justas, para que construyan siempre con ideas, con gestos, para que siempre sean amados y respetados».
