Los tiempos cambiaron para la televisión de aire y el Bailando, uno de los ciclos insignia de nuestra pantalla chica, no es la excepción. Años atrás, era común ver a personajes que ya tenían un grado de notoriedad importante haciendo todo tipo de campañas para entrar en la consideración de Marcelo Tinelli y terminar integrando la bendita lista de participantes del certamen.
Un ejemplo no tan lejano es el de Flor Vigna. Para 2016, la carismática joven ya había ganado tres ediciones del reality Combate y era una de las favoritas de los jóvenes en las redes sociales. Más allá de esto, tuvo que hacer una tremenda campaña especial, que incluyó grandes juntadas públicas con sus fans para poder ser convocada para el programa.
Pero de cuatro años a esta parte, corrió mucha agua bajo el puente y parte de la gran audiencia de Tinelli y compañía decidió virar hacia una variedad de opciones de consumos mediáticos. Este fenómeno se materializa en la dificultad que encuentra la producción en armar una lista de participantes más o menos estelar para 2020.
Este viernes se supo, según confirmó El Espectador, que el actor Agustín Sullivan fue convocado pero rechazó la oferta. Más allá de su papel interpretando a Sandro en su serie, no resulta un nombre y apellido muy conocido para parte del gran público.
Oriana Sabatini es uno de los grandes objetivos de la producción. Sin embargo, ella no parece muy dispuesta a sacrificar parte de su lujosa vida en Italia junto a Paulo Dybala para participar. De hecho, un rumor indicó que llegó a pedir 20 mil euros mensuales para estar en la pista, cifra que no parece alcanzable para un programa argentino.
Por si esto fuera poco, ella pidió que el coach Mati Napp sea su compañero en la pista. Pero a pesar de haberse hecho conocido en este ciclo, el coreógrafo rechazó de cuajo la posibilidad y descartó ser uno de los bailarines estables del ciclo.
Además de estos casos, las negociaciones no resultan del todo simples para convencer a personajes como Thelma Fardin, Alex Caniggia y Marina Calabró, entre otros. Los tiempos donde el Bailando eran el filtro para llegar al estrellato parecen haber quedado atrás.