Al parecer, muchos habitantes de Neuquén, capital de la provincia homónima, suelen tomar las mismas actitudes que el inefable padre de Bart: tiraron tanta basura a un arroyo que por poco no inundan la ciudad.
Solo una laguna seca que se usa como cancha de fútbol, ubicada en las cercanías, evitó una catástrofe: sirvió de contención para la mayor parte del agua. Es una especie de enorme pozo, que se construyó tras el temporal de 2014, para absorber el caudal extra del Durán durante una lluvia fuerte, describió al citado diario Jorge Salas, titular de la cooperativa del plan de viviendas.
«Nunca había tenido tanta agua acumulada y deben ser millones de litros porque estuvo a punto de rebalsar, además de que el arroyo también se desbordó en el tramo de Los Polvorines y más abajo, hasta Leguizamón», agregó Salas para dar una idea del lo que pudo haber sido.
Por suerte, todo lo solucionó «un muchacho de Recursos Hídricos» que «logró destapar» la rejilla por la cual «el agua no pasaba de tanta mugre, por eso todo el parque de alrededor estaba inundado», comentó el titular de la vecinal Altos del Limay, Fernando Banchio. «Nunca habíamos visto un desborde semejante», añadió.
«Es llamativo lo de la basura que se acumuló porque, hace dos semanas nomás, estuvimos ahí con un operativo de limpieza; se ve que hay gente a la que no le importa y tira un montón de basura al arroyo sin pensar en los demás«, completó Banchio.
Fuente. MinutoUno
