La violencia doméstica presenta muchas veces en su historial, antecedentes en los noviazgos adolescentes por lo que detectar indicadores y factores de riesgo en forma temprana, ayuda a prevenir males mayores.
“Por lo general, los jóvenes no llegan a tomarla como tal y minimizan los hechos” mencionó la Lic. Claudia Osorio Meneghini, jefa de Área de la Mujer de la Oficina de Protección a la Víctima de Violencia Familiar y Mujer (OVFyM), especialista en el tema.
En este sentido añade, “las familias donde se asumen roles asimétricos influyen como factor de riesgo adolescente. El contexto familiar inadecuado potencia conductas agresivas, por eso se debe hacer foco en la prevención y empoderar a este grupo etario en sus derechos y asistencia psicológica para fortalecer su autoestima”.
Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifiestan que 3 de cada 10 adolescentes sufrió violencia en el noviazgo. Al respecto, mencionó que “esta etapa evolutiva es conflictiva por cuanto el adolescente se encuentra en constante búsqueda de la construcción de su identidad”.
La profesional enfatizó la importancia de la prevención de los factores de riesgo, para lo que mencionó que es fundamental “detectar ciertos indicadores ya que muchas veces se minimizan agresiones físicas y verbales, descalificaciones, conductas de control sobre sus contactos, correos de mail, sobre la forma de vestirse, sus grupos inmediatos de amigos y familia, entre tantos otros”.
En relación a la función de los adultos, remarcó que “deben proporcionar espacios de contención, de escucha, acompañarlos, establecer límites, conocer a sus pares”.
Enfatizó que la familia y la escuela “son ámbitos donde se puede brindar las condiciones para que se genere con confianza un diálogo donde los adolescentes se sientan escuchados sin juzgamientos, que se oriente y acompañe en relación a los riesgos que le puede ocasionar sostener un vínculo con estas características”.
En cuanto a otras instituciones que se ocupan de esta problemática, la especialista mencionó las Unidades Primarias de Atención de la Salud (UPAS) y CAPS y los consultorios adolescentes de los hospitales Regional e Independencia.
