La principal hipótesis que maneja la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (Juaac), que investiga las causas del accidente del vuelo 5428 de la aerolinea SOL que provocó la muerte de 22 personas, indica que los pilotos intentaron aterrizar, pero el avión se topó con una estribación rocosa de casi cuatro metros, y explotó.
Según informa un matutino porteño, los investigadores creen que los pilotos, luego de declararse en emergencia por el engelamiento, intentaron aterrizar en una maniobra muy riesgosa, porque era de noche y no tenían referencias.
En Los Menucos, a 35 kilómetros del lugar del impacto, aún trabaja un equipo sueco enviado por la empresa Saab, que se llevará las cajas negras, y otro norteamericano de General Motors, fabricante de los motores.
Por el momento, quedó descartada las versiones de tres testigos oculares que aseguraron que el avión era «una bola de fuego». Todo indica que hubo una fuerte explosión en tierra, según indica la disposición de las piezas del avión y el radio en el que fueron encontrados.
Los investigadores firmaron un compromiso de confidencialidad, luego de pedir permiso al juez Leónidas Moldes para participar de las pericias.
Los suecos armaron una silueta con el tamaño real del avión con cinta adhesiva, fuera del perímetro de1500 metrosdispuesto por la junta encargada de la investigación. Hasta allí llevaron una a una las partes del avión para diseñar una especie de esquela de la nave. La explosión fue tan fuerte que ninguna pieza quedó reconocible, salvo el tren de aterrizaje y un pedazo de una de las alas.
Esta semana estarán terminadas las pericias a cargo de la junta de investigación en el paraje Prahuaniyeu y todos los restos serán enviados a Bariloche, donde quedarán a disposición del Juzgado Federal de Primera Instancia de esa ciudad.
En tanto, las cajas negras, tanto el Fly Data Recorder, que guarda la lectura de parámetros de vuelo, yla Voice Recorder, que graba las comunicaciones de los pilotos, serían enviadas a la casa central de Saab, en Suecia.