El profesor O’Sullivan descubrió el antibiótico por casualidad, mientras investigaba el genoma de las bacterias.
El compuesto es un lantibiótico, es decir, una clase de antibiótico péptido producido por una bacteria inofensiva.
«Está dirigido a proteger los alimentos de una amplia gama de microbios que causan enfermedades», dijo O’Sullivan, profesor de Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la universidad.
El lantibiótico podría ser utilizado para impedir la presencia de bacterias nocivas en carnes, quesos procesados, huevos y productos lácteos, alimentos enlatados, mariscos, aderezos para ensaladas y bebidas fermentadas, entre otros alimentos.
Además de alargar la vida de los alimentos perecederos, dicen los expertos, los lantibióticos son fáciles de digerir, no tóxicos, no provocan alergias y es difícil que las bacterias peligrosas se vuelvan resistentes a ellos.