La Policía de la Provincia, a través de sus distintas unidades operativas, viene realizando, desde enero, intensos controles vehiculares en diferentes lugares, sobre todo de las ciudades Capital y La Banda, con el saldo, hasta la fecha, de 5.462 motovehículos secuestrados, de las cuales siguen retenidos 4162.
La mayoría fueron sacadas de circulación por falta de luces; documentación del rodado; carnet de conducir; falta de cascos; cantidad de pasajeros en una misma motocicleta, etc, incumplimientos a las leyes de tránsito, que en la mayoría de los casos son causales de accidentes, cuyos índices estadísticos llegan a cifras elevadas.
Las infracciones en otros tipo de automotores son sensiblemente menores en cantidad, aunque igualmente peligrosas.
Por tal razón las máximas autoridades de la Jefatura Central de Policía, con el sólo fin de “luchar en bien de la concientización de los conductores para que cumplan con la legislación vigente, han diagramado operativos que se extienden de manera casi diaria, en especial en vías de accesos a las referidas ciudades”, señala un informe cursado por el profesor Luis Rodríguez, asesor de prensa de la División Relaciones Policiales.
Como dato ilustrativo, se indica que en un día hábil de la semana, se pueden llegar a sacar de circulación unos 170 motovehículos, como ocurrió el último jueves de noviembre; en tanto que en una jornada de fin de semana, esa cifra puede trepar a 190.
Para estos controles, la Jefatura suele afectar entre 400 a 500 efectivos, conformados por dependencias operativas; Sanidad Policial; comisarías de las jurisdicciones y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que se suma a los mismos.
El personal policial que interviene en los controles, confecciona las boletas de infracciones y, según los casos, procede al secuestro del rodado, elevando la documentación a los tribunales de faltas de las municipalidades de la jurisdicción.
