A los 31 años, Diego Valeri pasa por uno de los mejores momentos de su carrera. El mediocampista ofensivo surgido en Lanús es el jugador franquicia de Portland Timbers, uno de los equipos más importantes de la MLS, la liga de fútbol de los Estados Unidos. Pero su gran temporada, en la que anotó 21 goles y regaló 11 asistencias, lo subió al trono: fue elegido MVP (mejor jugador) del año. Logró más del 50% de los votos y relegó a futbolistas de la talla de David Villa y Sebastián Giovinco. Los sufragios corrieron por cuenta de los propios futbolistas, dirigentes, entrenadores y un grupo selecto de periodistas. Es el tercer argentino en lograr el reconocimiento: en 2006 había quedado en mano de Christian Gómez, mientras que en 2008 le tocó a Guillermo Barros Schelotto.
La MLS lo homenajó en las redes sociales con sus mejores acciones en la temporada.
Lo que le da valor extra al premio: su equipo no llegó a la definición del torneo. El campeón se definirá entre Toronto y Seattle. En la presente temporada, Valeri alcanzó la marca de 50 goles y 50 asistencias desde su arribo a Portland, en 2013.
El hecho de haber ganado el MVP revolucionó al fútbol de Estados Unidos. Y también fronteras afuera del país del Norte. La MLS lo homenajeó con un video en el que varias estrellas lo felicitaron y justificaron el premio. Desde el brasileño Kaká, pasando por el colombiano Falcao (de quien fue compañero en el Porto), hasta Guillermo Barros Schelotto se sacaron el sobrero ante su brillante 2017. «Año tras año demostrás tu talento», le dijo Falcao. «Hiciste grandes goles», reconoció Kaká. «Ganaste el premio en una liga en la que juegan Giovinco, Pirlo», destacó el también argentino Javier Morales, ex Lanús y Arsenal.
El toque conmovedor lo aportó Connie, la hija de Valeri. Portland Timbers posteó en sus redes sociales el momento en el que el futbolista le comunicó el premio. La pequeña empezó a gritar y abrazó fuerte al papá. «Por eso el lunes no vas a ir al colegio, me vas a acompañar a buscar el trofeo», le informó Diego. Y Connie enseguida se puso a pensar dónde podía residir la nueva estatuilla. El cierre perfecto para una jornada de emociones fuertes para el ex Lanús, un verdadero embajador del fútbol argentino en Estados Unidos
Fuente: Infobae
