En la noche del viernres, efectivos que se encontraban de guardia reanimaron a un niño de 3 años que se había descompensado, y luego lo trasladaron al Cepsi. Lo interesante y emotivo del caso sobrevino después, cuando en horas de la madrugada, tras el alta médica, los padres y el pequeño llegaron a la comisaría, pero esta vez fue para agradecer que le salvaran la vida.
De acuerdo con lo manifestado por autoridades policiales, alrededor de las 22 horas, llegó a la guardia de prevención de la Comisaría 45, Víctor Galván, un vecino de 39 años y residente en el barrio Mariano Moreno.
Éste cargaba en brazos a su hijo Samuel de 3 años y con desesperación pedía auxilio al personal de guardia. El recién llegado aseguraba que el pequeño se había descompensado desconociendo las causas, por lo que los uniformados lo tomaron y comenzaron a practicarle maniobras RCP, tareas de primeros auxilios que consiguieron reanimarlo.
Posteriormente y con premura, lo trasladaron en el patrullero al Cepsi, donde fue asistido por personal médico y quedó en el nosocomio al cuidado de los profesionales de la salud.
Asimismo, los efectivos policiales realizaron todo lo que demandaba su participación y regresaron a la comisaría para continuar con sus tareas relacionadas con la seguridad, sin embargo, cuando la madrugada caía sobre la ciudad, la guardia, una vez más, cambió su rutina.
Esta vez, los padres y el pequeño se presentaron ante los policías pero no para pedir auxilio, ni asistencia, sino para agradecer y honrar la vida.
Galván, explicó que los médicos del Cepsi, habían observado a su hijo y que luego de algunos controles, consideraron innecesario que permaneciera internado y le otorgaron el alta médica. Reconocieron de esta manera el trabajo de reanimación cardiopulmonar que fue vital para que el niño se recuperara.
