La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, está atravesando el peor momento de su mandato. Mientras lucha por sobrevivir a un proceso para ser sometida a juicio político impulsado por sus opositores, la popularidad de la jefe de Estado cae mes a mes.
Este martes se difundió el primer sondeo a nivel nacional desde que el presidente de la Cámara de Diputados,Eduardo Cunha, aprobó el procedimiento de enjuiciamiento.
De acuerdo con la encuesta realizada por Ibope, encargada por la Confederación Nacional de la Industria (CNI),siete de cada diez brasileños consideraron malo o muy malo al gobierno de Rousseff.
En tanto, apenas un nueve por ciento lo considera muy bueno o bueno. En la última medición, realizada en septiembre pasado, el índice de aprobación era de diez por ciento.
La popularidad de Rousseff cayó fuertemente este año en medio de un estancamiento de la economía brasileña y de la supuesta participación de los líderes del Partido de los Trabajadores, al que pertenece la mandataria, y sus aliados en el Congreso en un masivo escándalo de corrupción.
El 2 de diciembre, la Cámara baja del Congreso aceptó un procedimiento de juicio político contra la presidente solicitado por sus opositores, quienes la acusan de violar la ley presupuestaria de Brasil para impulsar el gasto durante su campaña por la reelección el año pasado.