La ciberseguridad ha evolucionado a un ritmo vertiginoso en las últimas décadas. Con el auge de la inteligencia artificial (IA), la pregunta es inevitable: ¿el futuro de la ciberseguridad dependerá de la IA? Algunas voces advierten sobre los riesgos de confiar en sistemas automatizados. Otras, en cambio, ven en la IA la única solución viable frente a amenazas cada vez más sofisticadas.
La evolución de las amenazas digitales
El cibercrimen ya no es lo que era hace diez años. En 2023, se reportó un incremento del 72 % en ciberataques dirigidos a infraestructuras críticas, según un informe de Check Point Research. El ransomware, el phishing avanzado y las vulnerabilidades de día cero han puesto en jaque a empresas y gobiernos. Los métodos tradicionales de defensa se han vuelto insuficientes. Aquí es donde la IA entra en escena.
Los ataques son más rápidos, más sigilosos y, en muchos casos, impulsados por la misma IA. Deepfake, malware de autoaprendizaje y bots inteligentes están cambiando las reglas del juego. Según Cybersecurity Ventures, el costo global del cibercrimen alcanzará los 10,5 billones de dólares anuales en 2025, más que el PIB de muchas economías desarrolladas.
IA en la defensa cibernética
Las soluciones de los detectores de humo las encontramos en I y estoy aquí contigo. Los sistemas de detección de amabilidad se están desarrollando cada vez más con entrega automática. Estas tecnologías ya están implementadas en algunos programas antivirus y servicios VPN, como el servicio VeePN. Los algoritmos de análisis comparativo se utilizan para identificar las actividades de las especies en las fuerzas militares.
Un ejemplo claro es Darktrace, una plataforma de IA que protege redes empresariales analizando patrones en tiempo real. Otra innovación es la automatización en la respuesta a incidentes: según IBM, la IA reduce el tiempo de respuesta a ataques en un 95 %, disminuyendo el impacto y los costos de recuperación.
Pero hay un problema: la IA también está en manos de los atacantes.
¿Un arma de doble filo?
Como si quisiera fortalecer la situación, me vería obligado a convertirme en una fuerza explosiva. Mientras que una VPN gratuita ofrece protección contra phishing y detección de virus, los ciberdelincuentes utilizan IA para crear sistemas de detección que generan ataques personalizados y contrarrestan rápidamente los virus que dañan a una persona. La IA es una herramienta y sus resultados dependen de en manos de quién caiga.
En 2024, un informe reveló que los ataques potenciados por IA han aumentado en un 40 % en comparación con el año anterior. Se han detectado bots capaces de crear campañas de phishing ultra realistas y malware que aprende a evitar antivirus convencionales.
Esto plantea una paradoja: ¿hasta qué punto depender de la IA es seguro?


