Según el INDEC, en el país viven 917.812 varones entre 60 y 64 años y 1.111.101 mujeres entre 55 y 59 años.
Según informó Clarín, en el Gobierno consideran que la PUAM, a la que acceden mujeres como varones a los 65 años con menos de 30 años de aportes, es discriminatoria e inequitativa porque cobran el 80% del haber mínimo – que en marzo será de apenas $ 26.104—tanto los que no tienen ningún aporte por haber estado sin actividad o por haberse desempeñado en la informalidad o cuenten con 10, 20 o 25 años de aportes.
Esto significa que no toman en cuenta los años de aportes que tengan registrados y sí demuestran que están en «vulnerabilidad social» en base a una evaluación socio-patrimonial de la familia.
Además, cabe recordar que la PUAM no da derecho a la pensión por viudez por el fallecimiento del cónyuge. Y las mujeres de 60 años deberían esperar 5 años para poder cobrar la PUAM.
En consecuencia, funcionarios del Gobierno, según ha informado el medio citado, consideran que la PUAM tendría que quedar reservada para los sectores vulnerables que no hicieron aportes o nunca trabajaron, como una especie de «ingreso universal».
En tanto, a pesar de la alta informalidad, en especial entre las mujeres (caso Personal Doméstico, con 70% de empleo «en negro») las moratorias vigentes son muy restringidas y la que involucra a las mujeres está a punto de vencer.
La moratoria aprobada por ley 26.970 permite regularizar la falta de aportes de las mujeres desde los 18 años hasta la fecha límite de regularización del 31 de diciembre de 2003. En tanto, en 2019, facultado por la ley, la ANSeS prorrogó la vigencia de la moratoria hasta julio de 2022 pero no alteró la «fecha de corte» de 2003.
Esto significa, a pesar de lo restringida, que en pocos meses caduca esta moratoria y las mujeres con 60, desocupadas y sin los años de aportes requeridos deberían esperar hasta los 65 años para acceder a la PUAM.
Actualmente sobre 8,3 millones de pagos de jubilaciones y pensiones, poco más de 3 millones corresponden a trabajadores que reunieron 30 o más años de aportes. El resto – unos 5 millones — son beneficios con moratoria, PUAM y pensiones no contributivas. Son números que ilustran el peso que tiene el desempleo y la informalidad a la hora de tener la edad para jubilarse.
Sin embargo, la ANSeS es un sistema contributivo que se financia con aportes del trabajador y de los empleadores y que acaba por hacerse cargo de beneficios no contributivos. Además, frente a diversas coyunturas, se reducen las contribuciones patronales, desfinanciando en mayor medida al sistema que entonces requiere de mayores transferencias del Estado.
Fuentes oficiales señalaron que el proyecto que está en proceso de elaboración no colisiona con la agenda de temas que se están discutiendo con el FMI, dado que el gasto en la seguridad social no aparece en ningún punto del principio de entendimiento que se conoció días atrás.
Ámbito