A través del último Reporte de Obras Paralizadas en el Territorio Nacional, las principales causas que han llevado a que las inversiones se detengan, son la falta de recursos financieros y liquidez (611 obras, 27.2%), el incumplimiento de contrato (314, 12.2%), los eventos climáticos (245, 14.9%), así como también las discrepancias, controversias y arbitrajes (117, 4.3%), entre otros motivos.
Ante esto, Infobae conversó con Karla Gaviño, docente de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, quien analizó esta problemática que genera un gran reto para las nuevas autoridades que entrarán al Estado tras las elecciones municipales y regionales que se desarrollarán este domingo 2 de octubre.
“Es importante partir de algo. Las entidades públicas, hablemos municipios, gobiernos regionales, analizan e identifican una serie de problemas que existen en la ciudadanía. En el caso de inversión pública planifican obras que van a desarrollar y para los cuales se va a ejecutar un presupuesto asignado, quiere decir que es un presupuesto previsto en base a necesidades identificadas, por lo tanto, si durante ese año no se termina de ejecutar el presupuesto que se ha previsto es porque hay necesidades que se están dejando de lado”, explicó.
Agregó que en el caso de las obras que ya están en ejecución y que están paralizadas se debe tener en cuenta que la situación puede durar lo que está previsto en el cronograma de obras como también puede durar un poco más. “Cuando se excede un plazo que ya no resulta razonable ya no se puede manejar contractualmente, es cuando empezamos a tener una serie de problemas que podemos deliberar hasta arbitrajes. Es muy importante analizar porqué se está paralizando una obra, puede ser por un problema técnico, un tema social, o es un tema climatológico. Entonces desde ahí empieza el análisis sobre qué se tiene que hacer”, explicó la especialista en gestión pública.
En esa línea, Gaviño sostuvo que cuando esta problemática empieza a evidenciarse, es cuando el ciudadano comienza a sentir el rechazo por su autoridades y también crece la desconfianza.
“No es lo mismo para la gente recibir un servicio después de que se inicia una necesidad. Por ejemplo, en el área educativa, recibir un colegio después que se haya iniciado las clases, no es lo mismo. O que la población esté esperando a través de sus municipios las inauguraciones de postas médicas, sobre todo en un período en que se necesita la atención básica a que venga un hospital o un centro médico mucho tiempo después. Para la población cuenta mucho el tiempo en el que se reciben las obras de las entidades públicas, porque impactan en su calidad de vida”, aseveró.
Una obra inconclusa no es necesariamente falta de dinero, sino que cuando se elaboró el informe técnico posiblemente tanto la pre-inversión como el expediente no tenía toda la información necesaria o no tenían la mejor calidad que es lo que suele ocurrir y en la ejecución de la obra presentan estos famosos “adicionales” que implican mayor presupuesto para ese proyecto y mayor tiempo.
“Es ahí cuando vienen las ampliaciones y por lo tanto hay que hacer todo un reajuste también contractual para revisar de qué manera se enmarca en el proyecto y ver a qué otra obra le vas a restar para hacer el movimiento presupuestario para destinarlo a este. Tener deficiencias técnicas o la ausencia de información en la primera sesión influye en los plazos durante la ejecución. Justamente esto que acabo de mencionar son los factores que hace que las obras comiencen a paralizarse una tras otra”, indicó para Infobae.
Mala gestión
De acuerdo a la ubicación geográfica, la mayor cantidad de obras paralizadas se encuentra en Cusco (412 inversiones por S/ 2782 millones), seguido de Puno (266 obras por S/ 1413 millones) y Lima (157 obras por S/ 2635 millones).
Mientras que el mayor monto de inversión de obras paralizadas corresponde al departamento de La Libertad con S/ 4684 millones (83 obras paralizadas), Arequipa con S/ 3111 millones (94 obras) y Cusco con S/ 2782 millones (412 obras).
Para la experta en temas de gestión pública, está muy claro que el problema no es la falta de dinero en el país, sino todo parte por una mala gestión de las autoridades.
“Esa mala gestión que existen y que cuando se identifica necesita un acompañamiento de prevención de parte de Poder Ejecutivo, coordinadamente con la Contraloría General de la República para que las obras no se queden paralizadas eternamente ni mucho más allá de lo previsto, porque la finalidad de la inversión pública es prestar servicios a la comunidad y el objetivo es llegar a la inauguración no seguir ampliando más estás obras ni paralizándolas porque al final eso es lo que busca la inversión pública traer más desarrollo y que poco a poco las demás se puedan ir financiando”, dijo.
Lo que las nuevas autoridades deben saber
Para la docente de Gestión Pública es importante crear y apuntar a nuevas ideas que traigan el desarrollo de la ciudadanía. Sin embargo, hay que se estratégicos para que estas nuevas inversiones no distraigan las que ya están en marcha y puedan generar un retraso.
Como sabemos, este 2 de octubre el Perú decidirá a través de las elecciones municipales y regionales a sus nuevas autoridades y ellas como parte de su pan de Gobierno traerán nuevos proyectos, pero es necesario no perder el timón frente a las que se deben ir terminando.
“Las nuevas autoridades tienen que tener algo en claro. Uno es hacer una correcta transferencia, quiere decir, recibir y solicitar toda la información para salvaguardar responsabilidades sobre el Estado de estos proyectos paralizados, pero paralelo a ello, no olvidar ni dejar de lado de que no se trata de la obra de un extraño o un ajeno, se trata de una obra que la ciudadanía tiene que recibir para el servicio que se le tiene que prestar sea el alcalde previo o el nuevo alcalde. No se trata de obras por alcalde u obras por gestión, se trata de las obras que el Estado le tiene que dar a la población esté con quien esté de autoridad”, indicó.
Cabe mencionar que entre las obras paralizadas destacan 196 inversiones por más de S/ 1,938 millones que se iniciaron en el marco de la Reconstrucción con Cambios y que tenían como objetivo restituir la infraestructura física en 13 regiones afectadas por el Fenómeno de El Niño Costero del 2017. Para culminar dichas inversiones se requieren más de S/ 974 millones.
Fuente Infobae