«Hay una combinación de factores, porque hay una negación (de lo que se lo acusa), ya que buena parte de sus seguidores ven la cuestión judicial como una persecución o incluso como una cucarda, dicen ‘es el único que lucha contra el sistema judicial’. Es esta idea de que Trump luchó contra el Deep State (Estado profundo)», dijo a Télam el doctor en Ciencia Política por la Universidad de Pittsburgh, Juan Negri.
Según la acusación formalizada el pasado martes, a cargo del fiscal especial Jack Smith, Trump y otros «coconspiradores» usaron «a sabiendas afirmaciones falsas de fraude electoral para lograr que los legisladores estatales y los funcionarios electorales subvirtieran los resultados electorales legítimos».
Estos hechos derivaron en el ataque al Capitolio en enero de 2021 por parte de sus seguidores, que buscaban evitar que el Congreso certificara la victoria de Biden.
Para el especialista en política estadounidense Joaquín Harguindey «hay una porción importante del electorado republicano que no acepta la legitimidad de la elección de Joe Biden», a la vez que «no consideran que todo lo que llevó a cabo el presidente Trump para mantenerse en el poder sea algo ilegítimo, consecuentemente, no encuentran en su accionar algo erróneo».
Trump, que el pasado jueves se declaró inocente en una comparecencia ante la jueza federal Moxila Upadhyaya en Washington, realizada para aprobar las condiciones de la fianza que le permitirán estar en libertad bajo custodia hasta el juicio, califica desde hace meses las acusaciones en su contra como «falsas» y asegura que Biden busca desplazarlo como rival en 2024.
El republicano, de 77 años, además exalta estas acusaciones como una fortaleza, con afirmaciones como: «Nunca antes había tenido tanto apoyo en algo».
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