La diputada nacional Elisa Carrió volvió a marcarle la cancha a Mauricio Macri. Esta vez «Lilita» le pidió al Presidente que decida «a quién defiende». La frase implica una división: de un lado está la legisladora fundadora de Cambiemos y del otro la subdirectora de Inteligencia, Silvia Majdalani, a quien «Lilita» acusa de realizar tareas de espionaje político, y otros referentes del partido gobernante.
Este nuevo enojo de Carrió con algunos de sus aliados surgió como consecuencia de un supuesto seguimiento del que habría sido víctima hace pocas semanas cuando viajó a Paraguay para buscar información vinculada a causas de corrupción del kirchnerismo.
Según trascendió, hay un informe de inteligencia que tiene información detallada sobre los encuentros que «Lilita» mantuvo durante su estadía en el país limítrofe. «Carrió se reunió allá con un mayor retirado de Inteligencia del Ejército argentino que se llama Alejandro Camino», especifica por ejemplo el dossier cuyos detalles fueron publicados por el periodista Claudio Savoia en el diario Clarín.
«La diputada mantuvo reuniones con él y su hermano. Se dificultaba seguirla porque había constantemente dos autos de inteligencia nacional paraguaya con Carrió», precisó un informe que incluyó datos sobre el hotel en el que «Lilita» estuvo alojada y hasta detalles sobre los cigarrillos que la legisladora consumió. En diálogo con Marcelo Longobardi en radio Mitre, Carrió confirmó que todos los datos incluidos en la carpeta son veraces, incluso una foto que le tomaron desde muy cerca sin que pudiera advertirlo.
«Lilita» cree que detrás de este seguimiento y de otras «operaciones políticas» en su contra está la segunda de la AFI, Silvia Majdalani. Entre esas «operaciones» incluye la denuncia por enriquecimiento ilícito, que esta semana fue archivada luego de que se descubriera que su principal impulsor es un albañil que cobró $1500 para hacer la presentación.
La precandidata de Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires dividió las aguas en la inteligencia argentina: dijo que le consta que Gustavo Arribas no estaba al tanto de este tipo de operaciones y lo defendió por las denuncias del caso Odebrecht -«Meirelles miente»-.
«Todo esto lo maneja Majdalani. No sé que voy a hacer si el Presidente la sigue sosteniendo. Yo ya se lo notifiqué al jefe de Gabinete, estoy esperando una decisión presidencial», reiteró.
En ese encuentro con Marcos Peña, que se realizó el lunes, la legisladora nacional dio detalles sobre sus dichos del fin de semana sobre el «lobby» que hay en la política argentina para proteger a Julio De Vido de las denuncias de corrupción por la obra pública. Según contó, se fue de la reunión con el compromiso de que el Presidente va a avanzar con un acuerdo con Odebrecht, la constructora del Lava Jato brasileño que admitió pagar coimas durante el kirchnerismo, para que se conozcan los nombres de los funcionarios implicados en el escándalo. «¡Tengo al cajero de Kirchner sentado al lado mío en la Cámara de Diputados! ¿Cómo no quieren que tenga infartos? Encima es horrible, con bigotes, y ahora con barba», ironizó.
