En coincidencia con investigaciones internas por presuntas irregularidades en el manejo de fondos para la compra de propiedades, el Vaticano anunció hoy que buscará más «transparencia» en sus cuentas tras bajar el déficit a 11 millones de euros durante 2019 luego del rojo de 75 millones de 2018.
«Es importante que haya claridad y transparencia», planteó hoy el responsable de la secretaría de Economía vaticana, Juan Antonio Guerrero Alves, al presentar el balance de la Santa Sede para el año 2019 con la reducción récord del rojo en las cuentas.
«Ahora se trata de acelerar, con el impulso y la insistencia del Papa, el proceso de transparencia interna y externa, control y colaboración», añadió Guerrero Alves en declaraciones a la prensa vaticana.
El jesuita español, a cargo de las finanzas vaticanas desde fines de 2019, informó entradas en la Santa Sede por 307 millones durante 2019, de los que 99 millones fueron ganancias del manejo de las propiedades del Vaticano en el mundo.
Además, según el funcionario, los gastos alcanzaron el año pasado los 318 millones de euros, entre ellos 18 millones de euros en impuestos por las propiedades y otros 25 millones en mantenimiento de edificios.
Según Guerrero Alves, el patrimonio de todo el Vaticano, sumando a la Santa Sede el banco IOR y la Gobernación del Estado del Vaticano, alcanza unos 4.000 millones de euros.
Las declaraciones de Guerrero Alves se dan en medio de las investigaciones dentro del Vaticano por las irregularidades en la gestión de donaciones y de las inversiones inmobiliarias que terminaron a mediados de septiembre con la remoción por parte del Papa del cardenal Angelo Becciu de su cargo de «ministro» para las canonizaciones y el despojo de sus derechos como purpurado, en una decisión histórica.
En ese plano, Guerrero Alves aseveró que la compra de propiedades en Londres por 200 millones de euros con presuntas irregularidades «desorienta mucho», aunque descartó que los gastos se hayan hecho con el fondo de donaciones del Papa conocido como Óbolo de San Pedro.
«Es posible que, en algunos casos, la Santa Sede haya estado engañada además de mal aconsejada. Creo que estamos aprendiendo de errores pasados o imprudencia», agregó.
Las presuntas irregularidades en la compra de propiedades en Londres derivaron en una investigación contra Becciu y otros cinco funcionarios que fueron suspendidos en octubre pasado y luego removidos, por estar presuntamente involucrados en la operación inmobiliaria y sospechados de lavado de dinero.
Las declaraciones de Guerrero Alves se dan, además, mientras una delegación de la Comisión Europea de monitoreo de la lucha contra el lavado, Moneyval, estudia desde esta semana las cuentas de la Santa Sede par determinar si avala las reformas económicas hechas por Francisco.
Fuente: telam