Lazio se consagró campeón de la Supercopa de Italia al vencer por 3-2 a la Juventus en un partido que tuvo un final apasionante. El encuentro se disputó en el estadio Olímpico de Roma.
Los argentinos Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala fueron titulares en el equipo dirigido por Massimiliano Allegri.
El primer minuto de juego mostró a la Juventus parada en ataque, pero pronto Lazio se iba a hacer dueño del juego e iba a establecer un dominio que no iba a resignar prácticamente en todo el duelo.
A los 30 minutos de la primera parte, el arquero Gianluigi Buffon bajó a Ciro Immobile en el área y el árbitro sancionó el penal que el propio delantero ejecutó para disponer el 1-0 a favor de la Lazio.
Abajo en el marcador, «La Vecchia Signora» intentó tomar la iniciativa en el segundo tiempo, pero sufrió un duro golpe de entrada. A los 53′, otra vez Immobile se lució con un cabezazo que estableció el 2-0.
Juventus se quedó con diez hombres por la expulsión de Miralem Pjanic a las 30 minutos del segundo tiempo, a raíz de una patada sin pelota, y el panorama se presentaba muy oscuro. Pero Paulo Dybala iba a ser el gran artífice de la recuperación: a los 84′ marcó el descuento con un espectacular remate de tiro libre y, a los 90′, dispuso el empate 2-2 con un penal, tras una falta sobre Alex Sandro en el área.
Pero la Lazio demostró mucho amor propio y, en el tercer minuto de descuento, Jordan Lukaku realizó un extraordinario desborde por la izquierda y mandó el centro atrás para la entrada goleadora de Alessandro Murgia.
El agónico 3-2 final le dio la cuarta Supercopa de Italia de su historia al equipo de la capital, que había llegado a este duelo como subcampeón de la Copa de Italia, luego de que la Vecchia Signora ganara ese certamen y también el Calcio en la temporada 2016-2017.
