En una "Bombonera" repleta, Palermo dijo adiós al fútbol tras una carrera de película

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El estadio de Boca, lleno y con entradas totalmente agotadas, fue testigo de la despedida de la práctica del fútbol de uno de los goleadores más destacados de la historia del fútbol argentino, que supo dejar su impronta por sus notables números estadísticos, la magnífica habilidad para cabecear, la enseñanza de que es posible resurgir en los peores momentos y volver de la mejor manera y que logró convertirse en el máximo goleador del "Xeneize" y uno de los estandartes más importantes de su historia.

El estadio de Boca, lleno y con entradas totalmente agotadas, fue testigo de la despedida de la práctica del fútbol de uno de los goleadores más destacados de la historia del fútbol argentino, que supo dejar su impronta por sus notables números estadísticos, la magnífica habilidad para cabecear, la enseñanza de que es posible resurgir en los peores momentos y volver de la mejor manera y que logró convertirse en el máximo goleador del «Xeneize» y uno de los estandartes más importantes de su historia.

La fiesta de despedida estuvo animada por figuras de nivel internacional como Carlos Tevez (finalmente no jugó ni un minuto pero recibió el reconocimiento de la gente), Iván Zamorano, Roberto Baggio, Guillermo Barros Schelotto, Oscar Córdoba, Mauricio Serna, Roberto Abbondanzieri y Jorge Bermúdez, entre otros. Mientras que el gran estratega Carlos Bianchi fue el entrenador de uno de los conjuntos que se midieron en el césped.

Al artillero que surgió de Estudiantes, que pasó por Villarreal, Betis, Alavés y dejó un grato recuerdo en la Selección argentina lo acompañaron otros hombres como Clemente Rodríguez, Diego Cagna, Sebastián Battaglia, Cristian Chávez, Juan Krupoviesa, Hugo Ibarra y Pablo Mouche.

Algunos nombres rutilantes habían sido invitados a la celebración, que fue emocionante de principio a fin, pero no podrán estar presentes por diversos compromisos en sus actividades: Lionel Messi, Juan Sebastián Verón, Rodrigo Palacio y Diego Armando Maradona.

Amado por los hinchas de las instituciones por las que se desempeñó, dejó la vida en cada partido y gratos momentos, respetado por la gente de los clubes rivales, el «Loco» fue el principal protagonista de otra fiesta única e imposible de olvidar en el templo donde regaló miles de alegrías con sus goles y donde ya tuvo una parte de reconocimiento ante Banfield, en el último cotejo que disputó de manera oficial en dicho estadio.

El partido sirvió para agradecer a Palermo todas sus locuras y su imponente carrera que bien podría ser motivo de nuevas ideas cinematográficas. El cariño, la pasión y las lágrimas estuvieron en las primeras filas del estadio. El «Titán», conmovido, se quebró cuando le dedicó unas palabras a los espectadores.

Martín Palermo tuvo un evento a su altura y que quedará grabado en su memoria. A pesar de que no se volverá a verlo en una cancha como profesional, nunca será olvidado por el ambiente y ese privilegio solamente corresponde a los que dejaron su huella y se consagraron como «grandes» de este hermoso deporte.

Fuente: Infobae

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