Un grupo de vecinos de la localidad china de Gezhai observan desconcertados a la criatura que se revuelve frente a sus ojos: no están seguros si es un perro, un mono, una rata o un loris. Quizás no sea ninguna de esas cosas, pero al menos saben que no se trata de un alien, como pensaron en un principio.
Una mujer llamada Mao Xiping encontró a esta extraña criatura que intentaba robar hongos de su casa de Gezhai, en la provincia china de Henan. Al principio pensó que podía tratarse de un conejo, pero pronto se dio cuenta de que no se parecía en nada a un esponjoso y suave roedor silvestre.
Asustada, la mujer atrapó a la criatura y la llevó a la comisaría más cercana para probarle a los policías que había un pequeño «monstruo» en su casa. Tras unos momentos de observación, un veterinario local dictaminó que se trataba de un mono muy mal nutrido al que se le podían ver las costillas de lo flaco que estaba.
El animal había perdido todo su pelo en la cabeza y se veía asustado, pero pronto entró en confianza y cambió los hongos por dulces duraznos, cortesía de su nueva protectora, según el sitio inglés Daily Mail.
