Hace pocos días, el 28 de noviembre de 2015, se cumplió un año de la muerte de Roberto Gómez Bolaños. Pero el momento de recordarlo no fue agradable para su viuda, Florinda Meza. Ella organizó una misa en su honor, pero todo terminó mal con gritos, empujones y la tumba de Chespirito rota.
En las imágenes que mostró el programa de Univisión, Sal y Pimienta, pudo verse parte de lo que pasó en ese evento en el Panteón francés de un cementerio de México. Los periodistas, interesados en tener la voz de la viuda, se acercaron demasiado a ella entre gritos y peleas por conseguir un mejor lugar.
«Yo pensé que sentían un gran respeto y amor por Roberto, nada de esto lo manifiesta. Vamos, ni siquiera por Dios: miren, rompieron un Cristo», fueron las palabras de «Doña Florinda» frente a las cámaras.
Esa no fue la única polémica de la misa en su honor: los hijos de Chespirito no participaron. «Cada uno tiene una forma muy distinta de llevar nuestro dolor», se justificó Meza.
