«Evita», la dueña de un supermercado chino que hace furor en las redes con los videos de sus ofertas

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Es simpatiquísima, sonríe todo el tiempo. Y aunque su dominio de la lengua española es limitado, con una enorme expresividad soluciona la falta de vocabulario y los ingenuos enredos verbales.

Esta crónica viva tendrá imagen y sonido, para que el personaje aparezca tal cual es. Y la transcripción escrita de los diálogos respetará -hasta el límite de lo comprensible- su inconfundible pronunciación. Su «pronuncia», como ella misma dice.

Lejos de ser una dificultad, ese pintoresco modo de hablar le plantea un desafío:

—Yo pensar muy importante para mí aprender bien idioma… para comunicar más bien… Si tengo tiempo voy a ir colegio para aprender bien más castellano… Cada vez siento quiero más, tengo poco palabras para hablar… Quielo estudía pala más conoce palabras y gente como habla… Yo quiero más conoce acá….

Su nombre real, en chino, es Yan Zhi. Nació hace 33 años en China, en la provincia de Fujian, aquel puerto de las historias de Marco Polo y de la ruta de la seda. Partió rumbo a la Argentina desde la capital, FuZhou, lo mismo que casi el 80 por ciento de los chinos que viven en nuestro país. El hecho de que esa ciudad esté frente al Mar de la China, en el estrecho de Taiwan, seguramente ha hecho que los nativos tengan naturalmente el ansia de viajar. De hecho, la cuarta parte de los inmigrantes chinos en el mundo salieron del puerto de Fujian. Evita -ya sabremos cómo transformó su nombre- lo explica a su manera:

—Vive mucha gente cerca de má… La única provincia que mucha gente sale otro país…
Le pregunté por qué vino a la Argentina, creyendo que iba a contarme que lo hizo porque no tenía trabajo en China. Sin embargo, el motivo fue otro:

—Vine porque mi familia ya estaba en Argentina… Mis tíos todos acá hace diez años… Mi familia grande… Acá hay trabajo mucho, ellos necesita nosotros acá…

El reagrupamiento familiar, que es tan significativo en el fenómeno inmigratorio de todo el planeta, fue el motivo principal de su decisión:

—Nosotros termina estudia y contenta venir acá… Hay trabajo mucho, familia necesita nosotros ayuda… Tu familia trabaja por ejemplo letaulante… y tu familia seguro conoce eso y todos trabajan con él… Lo mismo supermercado, ellos conoce… Todos trabajan tienen mucha experiencia y enseñar nosotros de a poco para tener menos shock…
Sin duda, el marco familiar tiene una enorme virtud contenedora en esos primeros años, en los que todo es desconocido: el lugar, la gente, el idioma, las costumbres. Y aunque en China quedaron algunos parientes, el núcleo fundamental está aquí:

—Mi papá y mi mamá todos acá… Mi papá siete hermanos también acá, mi familia casi toda acá…

Su supermercado se llama «Amanecer» y está en San Martín:

—Esto es nuevo, acomodá nosotros… Éte nombre no elegí yo eligió familia ponemos entle todos…

Los líos del idioma se extienden a su página en Facebook, donde figura la dirección: Pueyrredón 3362, entre Cachapampa y Ayacucho. Para los vecinos del barrio es obvio que la tal «Cachapampa» en realidad es… Cochabamba.

El lugar es muy amplio, ordenado y luminoso. Todos los productos, a lo largo de las góndolas, están identificados con prolijos cartelitos. Es casi como un recurso periodístico, todo está perfectamente titulado. Ese trabajo lo hace Evita personalmente:

—Usa mucho tiempo acá… Muchas horas todo el día, casi mitad del tiempo estoy acá… Acomoda… este es mi negocio, me encanta… Mi mayor trabajo es supermercado, acomodá, poné precios, cartelitos… ¿Quelé vé mi letra? Vení…

Vamos. Mientras caminamos por esos pasillos que descubrimos habitualmente en sus mensajes de Instagram, me explica que la parte de verdulería, frutería y carnicería la han tercerizado:

—Carnicería y verdulería mucho trabajo de noche… mucho horario, vienen muy temprano… No puedo atendé yo…

Todos conocemos a comerciantes chinos que se han rebautizado Marcelo, Diego o Juan. Y muchas chicas chinas se han convertido en Lucía, Julia y Ana. Pero Zhi eligió llamarse Evita:

-Le pedí a un cliente que sacare cinco o seis papelito con nombre de mujé… Para elige uno… Él puso uno de esos nombres Evita… Evita etá lindo dije…

—¿Vos sabías quién fue Evita, conocías la historia de Eva Perón?

—No, para nada… ahora sí… ahora se acotumbra, es lindo y único… Soy yo. Ahora Yan Zhi ya nadie me dice así.

—¿Y por qué sos «Evita Love»?

—Mi idea es todo love… Love mi trabajo… Love mi familia… Love mi vida…

Una vida que ha cambiado absolutamente desde que Evita comenzó a grabar sus divertidos posteos en Instagram y en Facebook.

Son breves mensajes, de 10 segundos, en los que recomienda las ofertas de su supermercado. Lo hace mirando a cámara, con los productos en la mano, enfatizando la marca y repitiendo la consigna. En buena medida, y sin saberlo, evoca el estilo directo y vendedor de Guillermo Brizuela Méndez u Orlando Marconi, dos de los primeros locutores comerciales de la televisión argentina. Y como el personalísimo Norber De Goas, de Mar del Plata.

Claro que Evita le agrega el condimento de las aplicaciones chinas más populares, como Faceu o Meitu, que permiten ornamentar los rostros con stickers y efectos propios de los dibujos animados.

Así, adornada con orejitas, graciosos anteojitos y estrellitas voladoras, Evita ha logrado en pocas semanas la adhesión de casi 70.000 seguidores que la han consagrado como una de las novedades en las redes:

—¿Y cómo se te ocurrió?

—En China tiene mucho estos app corazoncitos anteojos está fácil con celular… ¡Se puede poner linda preciosa!

—¿Lo hiciste para vender más, para tener más público en el local?

—Nosotros tenemos competencia negocios esta zona… esto es centro de San Martín… Carrefour, Día, ellos tienen sistema… Entonces un día yo pensaba oferta precios ellos cliente ve todos los precios ofertas… Pero a veces yo tengo buenos precios mejores que ellos, pero clientes no se enteraban… Entonces yo le dije mis clientes si tenían Facebook o Instagram… Seguímelo, le dije… Y empecé a poner oferta ahí.. Un día entró uno y dijo hola te vi en Facebook… ¡Ahora un montón, 67.000… yo me asusto!

—¿Eso se refleja en las ventas?
Esta vez la sonrisa sirve para disimular un lógico orgullo comercial

—Un poco ayuda…

Cuando uno empieza a ver los mensajes de Evita y de Luis, su partenaire, puede imaginar que hay un criterio de producción establecido y afiatado. Ideas que se desarrollan de acuerdo a un plan previsto, con libro, encuadre, iluminación y buen equipo digital de grabación. Y quizás, un par de personas en el equipo de producción.

Sin embargo, la realidad es bien diferente:

—Nosotros usa muy simple no é con mucha cosa… Sólo con celular…A veces hago selfie, no tan difícil, nosotros hace fácil… Yo enseña «poné así Luí»… él no mi marido, mi hermano más chico… ¡Ahora la gente conoce por la calle, tene vergüenza ja ja!…Nosotros dié años trabajando, a veces pienso que la vida no es sólo trabajá… Todo día trabajando… Nosotros con Lui cierra negocio y juega mucho… Buscamos chestes divertidos… Muchos inventamos nosotros…

—¿Cada cuánto graban?

—Lepende, a veces una noche asé tré o cuatro… A veces una semana no hace uno… Depende si tengo tiempo…

—O si tenés ofertas…

—¡Ofertas todos días, oferta tiene siempre!…

—¿Vos tenés mejores precios?

—¡Sí, obvio!… Ofertas siempre, todas semanas excelente precio, hay precio por mes por semana por día, siempre…

Si bien detrás de esta efectiva experiencia de comunicación no hay un staff profesional, como erróneamente imaginamos, sin dudas la estrategia no es casual:

—En China termino universidad… estudié ad… adminitra…

—¿Administración?

—Sí, eso…

—¿Es cierto que los supermercados chinos consiguen mejores precios porque compran mucho volumen y pagan en efectivo, por ejemplo los vinos?

—También eso… pero no sólo vino. Hablando con vendedor depende de vos cómo hablar proveedor como manejás con ellos… Linda cara yo siempre sacar buen precio…

La forma de comprar de los chinos es uno de los temas clásicos sobre su actividad. Hay otros:

—¿Ustedes viven aquí, en el lugar en el que trabajan?

—Me lo dijeron a veces… pero nosotros tengo casa en otro lugar… Ese es más anterior, antes vida más sacrificada… Ya nosotros tenemos vida diferente.

—¿Y hay algunos paisanos tuyos que desconectan las heladeras a la noche?

—Verdá no sé por las heladeras… Pero hay mucha gente trabajar muy bien, incluye argentina y china…

Pese a cómo se la ve en Instagram y en Facebook, Evita dice que no se siente actriz. Pero se autodefine de un modo muy particular:

—Yo un poquito loca…

Se ha convertido en un personaje de las redes. Y eso le da algunas satisfacciones enternecedoras:

—Tengo fans muy niños chiquito dié doce años… chicos… ¡Ay mi amor, yo me muelo!…

—Te vas a convertir en una estrella… ¿Qué pasa si viene a buscarte un productor de televisión?

—¡Ya vino uno!… Pero no… yo poner mi energía en supermercado… Encima yo no conoce mucho, tiene que estudiá… Primero voy a trabajar mucho en esto.

Aquella Yan Zhi, de la ciudad costera visitada por Marco Polo, hoy es Evita.
Con el impulso de las ofertas de su supermercado y gracias a una lúcida utilización de las redes sociales, se ha convertido en una notoriedad.

Está casada y tiene dos hijos:

—Una nena de 10 años y un nene de 5… Argentinos, nacidos acá…

—A lo mejor las vueltas de la vida te hacen volver a China…

—Yo no voy a ir de acá… Me guta acá. Tengo trabajo, tengo familia, tiene mucha comida buena… Me encanta acá.

De acá a la China, me pareció la mejor frase de la entrevista.

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