Un terremoto de 6,8 grados de magnitud sacudió el noreste de Myanmar y se sintió incluso en la capital tailandesa de Bangkok, afectando a sus rascacielos. El sismo no generó un tsunami, pero si reavivó los temores en Asia tras el terremoto y tsunami de Japón, el 11 de marzo pasado.
Al menos una persona murió en la zona norte de Tailandia a causa del movimiento. El gobernador de la provincia tailandesa de Chiang Mai, Somchai Hatayatanti, indicó que se trata de una mujer, de 55 años, quien murió por la heridas sufridas a raíz de que le cayera encima una pared de su casa.
El sismo tuvo epicentro cerca de las fronteras del país con Tailandia y Laos, a unos 110 kilómetros de la ciudad tailandesa norteña de Chiang Rai, la que sufrió escasos daños según la televisión local.
El sismo se produjo a 10 kilómetros de profundidad, según el servicio geológico de Estados Unidos. Unas 600 mil personas sintieron un temblor entre fuerte y violento, y se presume que las casas sufrieron daños graves. Además, la fuerte sacudida causó una avería temporal de la red de alumbrado en la localidad de Mae Sai, situada en la frontera con Myanmar.
Max Jones, un australiano residente en la capital tailandesa, se encontraba en su departamento del piso 27 cuando el edificio empezó a oscilar con tanta fuerza que debió apoyarse contra una pared para evitar caer al suelo, según contó a los medios.
“Fue terrorífico, se lo aseguro”, dijo Jones y añadió que vio humo en edificios cercanos y gente corriendo por las calles.
El Centro de Advertencia de Tsunamis del Pacífico dijo que el sismo se produjo demasiado lejos de la costa como para generar una ola destructiva.
Fuente: La Voz del Interior