Bajo las órdenes del doctor Pablo Moya -representante de la Unidad Fiscal de La Banda-, distintas dependencias policiales bandeñas realizan averiguaciones para esclarecer el robo de 1.500.000 desde una casa del barrio Centro, según denunció una mujer bandeña de apellido Arias.
El hecho habría ocurrido en un inmueble de calle Lavalle al 600. De acuerdo con lo que dice la denuncia, los delincuentes aprovecharon que el lugar estaba sin moradores.
Pese al hermetismo con el que los investigadores trabajan, fuentes cercanas a la causa indicaron que pasadas las 20.30, la mujer se presentó en la Comisaría 13 y contó que desconocidos habían entrado a su casa.
Arias manifestó que pertenece a una Asociación Civil de Zonas Rurales, y el día jueves -cerca de las 11.30- se retiró de su inmueble junto con sus hijas a la casa de su cuñado en el barrio 25 de Mayo.
La víctima explicó que la propiedad quedó sin moradores -ya que su esposo se encontraba trabajando en la localidad de Abra Grande, departamento Banda-, con todas las medidas de seguridad.
Contó que seis horas más tarde, regresó a su vivienda y notó que las luces del interior se encontraban apagadas. Además descubrió que la puerta trasera -que cuenta con la reja de seguridad- estaba dañada en el picaporte.
Revisaron todo
De inmediato entró a su casa y vio que todos sus bienes estaban revueltos, y algunos de ellos dañados. Imaginando lo peor, ingresó a su habitación y confirmó sus sospechas: el ropero tenía las puertas destruidas y un portafolio que contenía $1.500.000 discriminados la mayoría en billetes de cien pesos, no estaba.
La víctima contó que el cuantioso botín sustraído era del dinero de sus ahorros -por la venta de una propiedad-, pero que la mayor parte pertenecía a la asociación, y estaba destinada a la construcción de viviendas sociales en Clodomira.
Según se supo, la damnificada explicó que el tesorero de la asociación a la que pertenece no se encontraba en La Banda, por ello no se habían realizado los depósitos bancarios.
Las fuentes consultadas indicaron que tenía el dinero desde el mes de enero para comprar materiales. La víctima, si bien manifestó que no sospecha de nadie, explicó que su esposo tiene tres empleados que en algunas ocasiones suelen ingresar al domicilio.
Tras los dichos de la mujer, los efectivos se comunicaron con el fiscal de turno -Dr. Moya- quien ordenó que peritos de Criminalística ingresaran a la casa y realizaran todos los trabajos de rigor.
Arias explicó que la vivienda no cuenta con cámaras de seguridad. Los investigadores realizan averiguaciones para determinar si existen filmaciones en la zona.
Fuente: el liberal