«No soy poetisa subjetiva –nos dice. Puedo hablar de todo lo que me rodea, del paisaje, de la luz, del humano, pero de mí misma, de mi yo, nada puedo expresar. Y ésa, la íntima, la propia, la que nace de nuestra psiquis, es la verdadera poesía, aquella que tiene el júbilo del amor correspondido, o la angustia del amor frustrado; la que canta con todo el lirismo de la juventud, que es vibración y es sangre y es potencia.» María Adela Aguda