«Faico era un amigo de la vida, nos acompañábamos aún estando en silencio por ello su pérdida es irreparable» con estas sentidas palabras Juan Manuel «Juancho» Carabajal se refería a la desaparición física del inolvidable Fernando «Faico» Najarro, símbolo del básquet santiagueño.
En diálogo con LA BANDA DIARIO, el locutor hizo referencia a los momentos vividos con su amigo señalando: «Todavía recuerdo cuando en el año ’68 entramos a la cancha a las tres de la tarde y salimos a la una de la mañana siendo campeones. Una de las figuras era Faico a quien aplaudí emocionado y por esas cosas de la vida después me convertí en su amigo que fue para mi increíble».
«Yo lo conocí en el año 1973 -relató- gracias a una relación muy estrecha entre nuestras esposas, que por ese entonces eran nuestras novias y tan grande fue ese vínculo que nos convertimos en compadres».
También expresó: «Ha sido un amigo de corazón, de esos hermanos que aparecen en la vida sin que uno los busque y así compartimos más de 40 años de una relación plena. Pasamos buenos y malos momentos, vimos crecer a nuestros hijos, compartimos viajes y tantas cosas que desde hoy se convertirán en un maravilloso recuerdo».
Al consultarle sobre las virtudes de Najarro como deportista «Juancho» señaló: «En primer lugar para Faico no existía otro club que no fuera Olímpico y defendió esos colores con el alma; segundo siempre se destacó en el juego en equipo lo que lo hacía un jugador distinto; y tercero no le gustaba perder a nada porque era dueño de un instinto ganador nato y ello le dio la gloria».
Finalmente resaltó: «Como persona era un padre espectacular y un compañero de la vida. Con Faico no necesitábamos palabras para comunicarnos, con estar cerca era suficiente. El domingo pasamos una jornada increíble y nos despedimos como siempre. Hoy ya no está y ese hueco que genera su partida quedará para siempre en lo poco o mucho que me quede de vida».
