El Juzgado de Ejecución Penal viene desarrollando un plan de trabajo en lo que respecta a la rehabilitación de las personas condenadas con problemas de consumo de sustancias psicoactivas (estupefacientes, alcohol), con tratamientos específicos de manera ambulatoria y permanentes de las personas que cumplan con los requisitos de admisión exigidos por la institución en la que reciben el tratamiento de sus adicciones.
En manera conjunta con el CReASE (Centro de Rehabilitación de Adicciones de Santiago del Estero), institución dedicada específicamente a atender a personas con esta problemática, se está brindando una asistencia educativo-terapéutico personalizado a los condenados, así como también a su entorno más cercano.
Es de destacar que la finalidad de la ejecución de la pena es lograr que el condenado se reinserte socialmente, para lo cual es fundamental procurar su resocialización.
En el transcurso de la ejecución de la pena de un condenado, se ordenan las medidas necesarias para alcanzar su real reinserción social, por lo que se controla su evolución a través de los organismos y aéreas especificas existentes en las Unidades Penitenciarias, incorporando también los informes del equipo interdisciplinario del propio Juzgado.
El Juzgado de Ejecución Penal cuenta con un equipo interdisciplinario integrado por psicólogos y trabajadores sociales con perfil criminológico, que colaboran en la evaluación que realiza el juez de cada interno.
Dicha evaluación se realiza teniendo un contacto permanente con las personas privadas de su libertad y con las que excepcionalmente cumplen su pena en establecimientos especiales (hospitales, neuropsiquiátricos, etc.), prisión domiciliaria y los condenados con prisión en suspenso.
Para ello, se concurre periódicamente a los lugares de detención y se mantienen audiencias personales con los penados, lográndose de tal modo un real conocimiento de los internos, que sumado a los informes de los organismos evaluadores del Servicio Penitenciario, permiten al magistrado contar con elementos de juicio para conocer la evolución de la conducta de los internos hasta que se produzca su efectiva libertad.
Las funciones del Juzgado de Ejecución Penal no termina con la eventual libertad de los condenados, sino que controla que se efectivice la reinserción de los liberados en el medio social a través del Patronato de Liberados y de las Oficinas de Medidas Alternativas y Sustitutivas (OMAS) de las distintas jurisdicciones provinciales, hasta el cumplimiento de la pena.
