Un fin de semana de fiesta secreta en lo de Justin Bieber. La invitación resulta tentadora y cientos de sus amigos y conocidos asistieron a su mansión en Calabasas, California, pero antes de entrar tuvieron que firmar un acuerdo de confidencialidad irrevocable.
Lo que pasa en lo de Justin, queda en lo de Justin parece haber sido el tema del encuentro, y los invitados se comprometieron a no tuitear, ni hacer llamados ni filmar o sacar fotos de lo que allí ocurriera, a riesgo de tener que pagar tres millones de dólares en caso de violar el acuerdo. Tampoco podrían, los firmantes, hablar de lo que allí ocurrió, ni colaborar con la escritura de libros, informes, no hacer declaraciones a la prensa ni nada que implique la difusión de ninguna información por ningún medio.
“Sin juicios, sin discusiones, solo paga”, era la consigna en caso de violar el acuerdo formal, al que accedió el sitio TMZ.com luego de que una foto del documento se filtrara en la web. De lo que allí ocurrió, solo se sabe que algunos vecinos olieron marihuana en el aire, que Snoop Dogg fue uno de los invitados y que, además de armar fiestas ultra privadas, Justin también se tomó un tiempo del descanso para planear con su amigo Milk Tyson, propietario de Emerald Express -un servicio de lujo de marihuana medicinal- un plan de ayuda a los afectados por el tifón en Filipinas. “Hicimos algunos dibujos y él los autografió”, contó Tyson y agregó que pronto habrá una subasta para recaudar fondos. “Haremos una donación grande muy pronto”.
Fuente: La Voz del Interior
