Por la filtración de Panamá Papers, Rusia acusa a occidente de «Putinofobia»

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El diario alemán Süddeutsche Zeitung y decenas de medios miembros del Consorcio Internacional de Periodistas publicaron este domingo una investigación mundial que involucró a más de 130 líderes políticos y numerosas figuras de la cultura y el deporte que crearon o están vinculados a sociedades offshore en paraísos fiscales.

La investigación se sustenta en la filtración de 11,5 millones de documentos que reflejan cómo un estudio de abogados panameño, Mossack Fonseca, creó 15.000 compañías offshore a través de 500 bancos y subsidiarias en las últimas cuatro décadas.

En Londres, la noticia de que el fallecido padre del primer ministro David Cameron, abrió una sociedad offshore en un paraíso fiscal cayó como una bomba.

Ante la lluvia de preguntas de la prensa, la vocera del premier se negó a responder si algo del dinero de la familia del dirigente se encuentra en el fondo creado por su padre.

Sencillamente dijo que «es un tema privado» y que el premier «tomó un amplio espectro de políticas para combatir la evasión fiscal», según informó el diario local The Guardian, uno de los que publicó originalmente la investigación.

En Reykjavik, la capital islandesa, la negativa del jefe del Ejecutivo tras el escándalo mundial tampoco se hizo esperar.

El primer ministro Sigmundur Gunnlaugsson negó cualquier ilícito y adelantó que no renunciará, pese a los reclamos de decenas de miles de ciudadanos que firmaron un petitorio y de la oposición, que pidió formalmente una moción de censura en el Parlamento para hacer caer el gobierno.

«No (renunciaré), el gobierno está preparado para alcanzar con gran éxito los desafíos y asuntos importantes, por lo que seguiremos trabajando en tal sentido en aras de los mejores intereses de la nación», respondió el dirigente cuando la prensa local le preguntó por el rumor de su dimisión, que circuló profusamente por las redes sociales, según informó la versión web del diario islandés Morgunbladid.

La reacción en China, luego de que un cuñado del presidente Xi Jinping y la hija del ex primer ministro Li Peng figuraran en los Panamá Papers, no fue hecha a través de declaraciones oficiales, sino que el gobierno borró este lunes cualquier mención del caso en las redes sociales, informó la agencia de noticias EFE.

Pero sin lugar a dudas, una de las negativas más airadas se escuchó en Moscú, donde el vocero del presidente Vladimir Putin, Dimitri Peskov, sostuvo que la denuncia contra varios miembros del entorno cercano del mandatario responde a la «putinfobia» que profesan las potencias occidentales.

«Aunque Putin no figura de facto (en los documentos filtrados), para nosotros está claro que el objetivo principal de esta filtración es nuestro presidente, sobre todo de cara a las elecciones parlamentarias y las presidenciales de dentro de dos años, y la estabilidad política en nuestro país», afirmó el vocero.

«Es obvio que el grado de ‘putinofobia’ llegó a tal nivel que ya no se puede hablar bien de Rusia, de cualquier éxito obtenido por Rusia. Hay que hablar mal y mucho, para hacer daño, y cuando no hay nada que decir, pues lo inventan», agregó Peskov.

Poroshenko, en cambio, decidió responder él mismo y a través de su cuenta de Twitter.

«Desde que me convertí en presidente no estoy participando del manejo de mis bienes y delegué esa responsabilidad a firmas de consultoría y derecho», escribió el mandatario ucraniano, quien sugirió a la prensa que cualquier consulta sea remitida a sus abogados.

Y remató: «Soy el primer funcionario ucraniano de primer nivel que trata seriamente temas como las declaraciones de bienes, el pago de impuestos y los conflictos de intereses de forma seria».

La noticia de la sociedad offshore creada por Poroshenko cuando ya era presidente en 2014, en pleno conflicto armado con las milicias separatistas pro rusas del este del país, disparó este lunes también un pedido de juicio político en el Parlamento, que debe reunir el apoyo de tres cuartos de los diputados para prosperar.

El pedido de juicio político lo presentó el diputado nacionalista opositor Oleg Liashko.

Otro que negó todo este lunes fue el primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, quien sostuvo ante la prensa que sus tres hijos no cometieron ningún delito al crear compañías en las Islas Vírgenes Británicas, un conocido paraíso fiscal, para gestionar sus propiedades en Londres.

Las negativas rotundas de este lunes de los involucrados en los Panamá Papers se sumaron a las del presidente Mauricio Macri y la estrella del fútbol mundial, Lionel Messi.

El primero sostuvo en un comunicado que no cometió ningún ilícito porque no ganó dinero como director de la empresa offshore creada en Bahamas y revelada este domingo por los documentos filtrados, el segundo sostuvo a través de otro comunicado que la compañía descubierta «está totalmente inactiva, jamás tuvo fondos ni cuentas corrientes abiertas».

Las potencias europeas salieron -con excepción de la corona española- bastante indemne del escándalo que provocó la filtración de 11,5 millones de documentos de un estudio de abogados panameño que hace casi cuatro décadas se dedica a crear sociedades offshore para los ricos, famosos y poderosos de todo el mundo.

Sin embargo, fuentes cercanas al Consorcio Internacional de Periodistas y al Süddeutsche Zeitung, los dos grandes impulsores de esta investigación mundial, ya adelantaron que la de este domingo fue apenas la primera entrega.

Quizás alertados por este adelanto, las potencias europeas y la Comisión Europea (CE), una suerte de Poder Ejecutivo de la Unión Europea (UE), prometieron investigar y fortalecer la lucha contra el lavado de dinero.

«Aceptamos en este partido la pelota y la patearemos hacia adelante. Tomamos muy en serio el contenido de esas filtraciones», respondió este lunes Martin Jager, vocero del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, ante la lluvia de preguntas de la prensa local.

En Francia, en tanto, el gobierno del presidente Francois Hollande adelantó que pedirá que le entreguen todos los Panamá Papers para que la Fiscalía pueda investigarlos.

El primer ministro indio, Narendra Modi, pidió lo mismo y adelantó que más de 500 ciudadanos de su país estarían involucrados en el escándalo.

Desde Washington, en cambio, reaccionaron con mucha cautela.

Ni el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, ni un vocero del Departamento de Justicia, Peter Carr, quisieron comentar sobre los casos específicos de líderes políticos, entre ellos muchos férreos aliados de Estados Unidos, que fueron mencionados en los documentados del estudio de abogados panameño.

«Aunque no podemos comentar sobre los detalles de estos documentos, el Departamento de Justicia de Estados Unidos toma muy en serio todas las acusaciones creíbles de alto nivel sobre corrupción en el extranjero que podrían tener un vínculo con Estados Unidos o nuestro sistema financiero», dijo Carr.

Fuente:Telam

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