La lluvia no impidió otra noche de gran convocatoria

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Con el espaldarazo del público durante la noche inaugural, El Festival de Doma y Folklore se relajó un poco y se dispuso a contabilizar otra taquilla interesante.

Después de todo, con un programa interesante que proponía a La Sole y a Los Huayra como números centrales, las posibilidades de fracasar un sábado eran nulas.

Nubarrones de distinto calibre acompañaron el cielo jesusmariense durante toda la jornada y se convirtieron en lluvia torrencial hacia la medianoche. El estadio lucía absolutamente repleto a esa hora y la organización informaba que habían pagado su ticket alrededor de 15 mil entradas. Finalmente, el número final habría arañado las 20 mil localidades vendidas.

Afuera, la venta de pilotines para lluvia cotizaba en bolsa. Pasaron de $100 a $ 200 en minutos. Mejor performance que el dólar y que los fondos Fima. La oferta no llegó a satisfacer la demanda. Algunos aseguraron que se vendieron 1500 en un rato.

Pilotines para lluvia, para esperar por los artistas Para suerte de los que decidieron ingresar temprano, hubo una larguísima tanda de jineteadas durante toda la tarde. Incluso, con lluvia, decidieron largar algunas rondas de crina limpia antes de dar por concluido el día.

El agua motivó el retraso de la programación y Orellana-Lucca salió al escenario media hora más tarde de lo previsto. Los de Santiago del Estero no le mezquinaron entrega, pese a que mucho del público había corrido a guarecerse debajo de las tribunas y a rogar que amaine.

La tregua llegó minutos antes de que suba Soledad. Pilotines amarillos, verdes y rojos distribuidos por todo el anfiteatro colorearon la noche. Pero la intermitencia iba a ser el común denominador del resto de la noche.

No nos vamos nada

A la 1.30, se abrieron las puertas del campo y se llenó de jóvenes, mientras Los Malevos que no estaban anunciados en la grilla, abrían con un bonito cuadro de danzas para Soledad Pastorutti que decidió comenzar su set con su último corte, La gringa. La de Arequito lucía radiante, toda de blanco, y zapatos de taco alto. Nada raro para esta mujer que fue dejando para la nostalgia a aquella adolescente que revoleaba el poncho y convocaba multitudes. Mutó su forma de afrontar la música, bajó el frenesí y la velocidad, para concentrarse en el disfrute.

Lo que está intacto entre la Sole y su público es el encuentro que le permite interactuar, recordar el recorrido juntos, renovar el contrato de amor con propuestas nuevas y entonando las conocidas. Y el set no fue igual al del año anterior, una clara señal de respeto para con el Festival y con la gente que la sigue.

Soledad se paseó por todos los ritmos e hizo popurrí de zambas, popurrí de chacareras, y se animó a terminar el show con un mix de cumbias. Obviamente que no faltaron los clásicos que a la gente le gusta corear como Entre a mi pago sin golpear, Chacarera de un triste, Tren del cielo, El bahiano, o Que nadie sepa mi sufrir.

Pastorutti, bien acompañada por sus músicosTras su actuación, ofreció una extensa conferencia de prensa donde se mostró abierta a expresar el agradecimiento para los festivales de verano y para contar que el disco que está por sacar fue producto de haberse sacado los prejuicios de antaño que decían que “los géneros no se pueden mezclar”.

La lluvia obligó a modificar itinerarios, mover la grilla, suspender actividades. De modo que mucho de lo que no sucedió en el escenario, sucedió en la sala de prensa. Un rato antes de que comiencen a cantar, los Juanes del grupo Los Huayra -Fuentes y Vasconcellos- ofrecieron una conferencia en la que dejaron planteada una incógnita.

“Muchas veces tratamos de ser convincentes cantando y dejamos de ser convincentes hablando o haciendo muecas. Venimos planteándonos desde casi comienzos de 2018 hacer una pequeña pausa para tener una especie de aire, hacer un pequeño giro artístico”, comenzó reconociendo el “Colo” Vasconcellos.

Los Huaya y un parate con incógnita desde marzo“Seguramente -agregó- después de marzo, hagamos un pequeño parate, pisemos la pelota, y tratemos de pensar en todo lo que va a venir. Por supuesto que cada quien tiene inquietudes personales, y un montón de ideas que, ojalá, puedan darse todas”.

«Todos los abriles y mayo son iguales para los músicos (cuando termina la temporada). Ahí tenemos que salir a reinventarnos, para hacer cosas nuevas, y tratar de salir a devolver lo que decimos que siempre nos dan”, completó Fuentes.

Los Huaya y un parate con incógnita desde marzoAunque críptica, la declaración de ambos Juan dejó entrever que cabía la posibilidad de que ésta haya sido la última presentación en Jesús María de Los Huayra con esta formación.

Para cuando subieron al escenario, la lluvia iba de más a menos intenso en intervalos regulares, lo que no impidió que su público fiel los acompañe hasta el final, que tuvo lugar poco antes de las 5.

Los Huaya y un parate con incógnita desde marzoY a lo Huayra, la agrupación salió a defender temas propios como Identidad, Hoy, Vengo de arriba, Eterna claridad, Si te vas, y La noche sin tícombinados con otros clásicos con los que fueron ascendiendo en el olimpo del folklore, hace tantos años ya. La segunda noche de Jesús María valió su peso en oro por la respuesta del público en medio del aguacero.

Fuente: la voz del interior

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