El fallecimiento de Patrick Ekeng generó una polémica en Rumanía después de que un prestigioso cardiólogo de Bucarest, Serban Bradisteanu, declarara hoy a los medios que «si se hubiesen hecho maniobras de desfibrilación en los tres minutos que tardó la ambulancia, habría tenido muchísima oportunidad de sobrevivir». Además, denunció que la ambulancia no estaba dotada de los equipos necesarios ni su personal preparado para este tipo de intervenciones.
La policía local inició una investigación sobre el caso ante las denuncias de que los médicos no realizaron las tareas de reanimación a tiempo y otras fallas en el operativo.
«Se hizo la reanimación durante una hora y medio sin ningún éxito. Hubo momentos en los que parecía que se recuperaba pero al final no resistió», declaró por su parte el médico del club Dinamo Bucarest, Liviu Batineanu, tras certificar su muerte.
La Federación Rumana de Fútbol (FRF) decidió suspender hoy todos los encuentros del fin de semana como consecuencia de la trágica muerte de Ekeng. Así lo anunció en un comunicado emitido en su sitio web.
Asimismo, el duelo del martes por la final de la Copa de Rumania entre el Dinamo Bucarest, club del que formaba parte Ekeng, y el CFR Cluj, fue postergado al 17 de mayo.
Ekeng, de 26 años y ex jugador de las selecciones juveniles de Camerún, sufrió al parecer un ataque cardíaco durante el encuentro que su club y el Viitorul jugaron en la noche del viernes por la liga local.
El futbolista camerunés, que jugó en 2014 y 2015 en el Córdoba de España, se desplomó en el minuto 70 del partido y más tarde se declaró oficialmente su muerte en un hospital de Bucarest.
EFE y DPA
