El mes de Noviembre es muy especial para la comunidad católica de Cristo Rey, puesto que se celebra la Fiesta de su Santo Patrono. Hace 63 años que comenzó el trabajo evangelizador en este amplio sector de la ciudad. Bien vale la pena recordar a los hombres de Dios que dejaron todo para llevar la Buena Noticia a las familias, sembrar la Palabra del Señor en cada uno de los corazones de hombres y mujeres que con el tiempo dieron buenos frutos.
Corría la década del 50, y al Este de la ciudad de La Banda no había una parroquia. «Mucha gente, las familias de este sector iban a misa a la parroquia Santiago Apóstol, que fue el primer templo en construirse», recuerda de manera clara el doctor Dagoberto Díaz (descendiente de las familias Wiaggio y Díaz, quienes colaboraron de manera intensa en la edificación del actual templo de Cristo Rey).
«Cristo Rey funcionaba en la calle Rivadavia al 361; en un salón que había prestado un vecino de apellido Suárez. El primer párroco fue el padre Augusto Scattolón. Recuerdo que era un italiano, y le costaba hablar el castellano», rememora Díaz.
Por otra parte sostuvo, «era un sacerdote trabajador y andador. En esa época introdujo a los Boy Scout para atraer a los chicos y darles un espacio de contención y participación. Pero él tenía el sueño de construir su iglesia, su templo».
Es así que se constituyó una comisión pro templo, «el cual estaba integrado por Vicente Minguez, por la familia Gangitano, la señora de Luca, la familia Suárez, también los hermanos Torales. Los que me acuerdo, porque muchas personas colaboraron con el padre Scattolón para que La Banda tenga otra parroquia».
En el libro Bodas de Oro de la Parroquia Cristo Rey (1957-2007) se especifica que la mencionada comisión estuvo presidida por Néstor Bonacina; vice presidente, Enrique Said Aboslaiman; tesorero, Sigifredo Wiaggio; pro tesorero, Manuel Chávez Gerez; secretario, Mauro Pereyra; pro secretario, Saturnino Suárez.
También la integraban: Humberto Grimaldi; Luis Castiñeira; Chede Abud; Javier Etze; Tufi Jozami; Salvador Matías Pita; Nabid Jozami.
Con el paso del tiempo, «se compró el terreno, en donde actualmente está la parroquia. Seguramente el propietario de esas tierras, hizo un buen precio y por eso se lo compró. El terreno es desde calle España hasta Ameghino. Recuerdo que en la parte de atrás había una cancha de fútbol, donde todos los niños íbamos a jugar», señaló el profesional médico.
La construcción empezó en el año 1957, y según recuerda Dagoberto Díaz el padre Scattolón hacía muchos beneficios como por ejemplo espectáculos, «hubo mucho apoyo de la comunidad, y supongo que de los gobiernos también. El padre tenía una bicicleta, no tenía auto; el andaba por todas partes en su bicicleta».
«Yo fui monaguillo del padre Scattolón. El padre era un buen ser humano, una muy buena persona, todo el día trabajaba en la construcción de su templo. Tenía un muy buen trato con los chicos», especificó Díaz.
A modo de anécdota contó que en esa época las mamás, «nos llevaba sí o sí a la misa, y además teníamos que confesarnos. El padre Scattolón, de acuerdo a los pecados que tenías, te hacia rezar muchos Padres Nuestros y Aves Marías».
«Muchos -chicos- iban porque querían jugar a la pelota en la cancha que había en el predio, por ejemplo el ex jugador Roberto Amado iba con su madre, y a cada momento nuestras mamás se daban vuelta para controlarte que vos estabas», rememoró de manera jocosa.
«La obra del padre Augusto Scattolón fue increíble. No tengo dudas que le cambió la vida a los bandeños. La parroquia Santiago Apóstol,, era el templo más grande; pero la ciudad siempre requirió de otra parroquia y ahí estuvo la gran obra del padre Augusto», concluyó Dagoberto Díaz.
