Un cartel sostenido por un hincha que esperaba en vano por Lionel Messi, una llovizna tenue y una orquídea (la flor nacional) sobre la cama ambientaron el desembarco de la selección nacional en este exótico destino para la historia del fútbol. Luego del paso por Melbourne, Australia, donde debutó Jorge Sampaoli como entrenador del equipo con un triunfo ante Brasil, el plantel llegó a las 18 (las 7 de la mañana en la Argentina) al hotel donde vivirá hasta el miércoles.
Pero el 1-0 que llegó con un gol de Gabriel Mercado quedó atrás. El plantel pasó sin escalas del frío australiano -ocho grados durante el partido- a los 33 grados que lo recibió en esta ciudad-estado formado por 63 islas. Algunos no las conocerán en este viaje: Messi, Gonzalo Higuaín y Nicolás Otamendi ya empezaron sus vacaciones.
Messi había viajado en el vuelo chárter que trasladó a la Argentina desde Australia a Singapur. Pero una vez en el aeropuerto, cuando el plantel se encaminó al lujoso Fullerton Hotel de la ciudad, partió rumbo a Barcelona. Ya estaba arreglado que el capitán sólo jugara el clásico ante Brasil. Ni siquiera se subieron al avión, y fueron licenciados en Melbourne, Gonzalo Higuaín y Nicolás Otamendi.
Luego de casi ocho horas de viaje de un país a otro y el ingreso a las habitaciones, no hubo tiempo para la relajación. Jorge Sampaoli quiere aprovechar cada minuto que pueda para trabajar con los jugadores, por eso decidió que los titulares se quedaran en el gimnasio del hotel y los suplentes se trasladaran al Home United FC, un club ubicado a unos 15 minutos de donde se hospeda el seleccionado.
Allí el técnico exigió a los suplentes. Utilizó el mismo esquema de juego que aplicó ante Brasil y trabajó no sólo con los que se quedaron en el banco, sino también con aquellos que ingresaron: Joaquín Correa, Guido Rodríguez, Nicolás Tagliafico, Manuel Lanzini y Emanuel Mammana. El único que no estuvo a la par fue, otra vez, Mauro Icardi, que sigue recuperándose de una distensión muscular. A esta altura resulta improbable que el delantero de Inter pueda jugar el martes.
La selección enfrentará a Singapur a las 9 de la mañana de la Argentina. Será el segundo partido de Jorge Sampaoli al frente, una nueva ocasión para probar jugadores. Porque después se terminará el tiempo de los ensayos: la siguiente estación será el partido de Eliminatorias ante Uruguay, el próximo 31 de agosto.
Fuente: la nación