La conducción nacional de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que lidera Roberto Fernández, decidió nuevamente el estado de «alerta y movilización» en todo el interior del país ante «la ausencia de pago de los salarios de los choferes del transporte de pasajeros de larga, corta y media distancia».
Además, el dirigente sindical advirtió que de persistir en el corto plazo esa realidad la organización sindical decidirá un paro y «no habrá servicios».
«No puede haber más demoras para abonar los salarios de los trabajadores, porque esos ingresos tienen carácter alimentario y sanitario y representan el sustento de las familias de los choferes» de la actividad, señaló Fernández a través de un comunicado difundido por la UTA.
El dirigente exigió «un tratamiento igualitario y no discriminatorio para los trabajadores del transporte del interior respecto del Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA)» y explicó que el Gobierno nacional ya le aseveró al gremio que envió «el dinero correspondiente a través de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN)».
También enfatizó que el Ejecutivo aseguró a la UTA que remitió el dinero a las provincias mediante ese mecanismo y que cada distrito nacional «debe hacerse cargo del pago aún adeudado de los ingresos de los trabajadores» del sector.
«El gremio recorrió las provincias, cuyos funcionarios sostienen que esos fondos no pueden ser destinados a los haberes de los choferes de pasajeros porque la actividad del transporte de corta, media y larga distancia no es prioridad», observó.
«En el contexto de ese esquema, el sindicato avizora un transporte operativo solo en el AMBA y la absoluta precarización en el interior y el territorio bonaerense. No hubo respuesta alguna en la infinidad de audiencias realizadas hasta hoy, por lo que la UTA no admitirá más excusas y argumentos injustificados», remarcó.
Fernández repudió «la deuda salarial existente en las provincias» y adelantó que de persistir esa situación «no habrá servicios de pasajeros en todo el país».
«La UTA protestará y saldrá a la calle, ya que la pandemia de coronavirus preocupa, pero mucho más aún no llevar comida a la mesa familiar», señaló.
Por último, advirtió que el sindicato «no será cómplice de la precarización y tampoco permitirá un retroceso de las condiciones del convenio colectivo de trabajo», por lo que ratificó el estado de «alerta y movilización» desde este viernes.
Fuente: telam