Pruebas sobran para darse cuenta que a Ricardo Centurión nada parece importarle. Ni el insólito e innecesario viaje a Italia para firmar un contrato que nunca se selló. Ni los constantes escándalos de los que formó parte durante el último semestre. Ni siquiera la certera posibilidad de que Boca finalmente haga el esfuerzo para comprar la totalidad de su pase por expreso pedido del DT Guillermo Barros Schelotto. Nadie parece frenar su aversión al conflicto extra futbolístico.
El volante de 24 años estuvo en Italia llevando a cabo la revisión médica en el Genoa, pero no firmó contrato con esa entidad y decidió volver a la Argentina porque Boca llegó a un acuerdo con San Pablo y Racing, dueños de su pase.
Así, el Xeneize adquirirá el pase definitivo de Centurión comprándole el 70 por ciento del fichaje a la entidad paulista y el 30 por ciento restante a Racing.
Sin embargo, en su primer fin de semana de regreso en el país, otra vez Centurión se llevó todos los flashes por un escándalo en un boliche de Lanús, del que tuvo que ser retirado tras protagonizar una pelea junto a sus amigos y otro grupo de personas.
Ante esto, las aguas en el mundo Boca están más divididas que nunca y muchos no quieren que Centurión vuelva a ponerse la camiseta del club. Pese a sus innegables condiciones futbolísticas, su vida fuera del deporte no para destacarse negativamente. Y eso pesa y mucho en un jugador profesional.
Es por eso que las próximas horas serán claves para dirigencia encabezada por Daniel Angelici con el objetivo de definir qué es lo que harán con el jugador. Una alternativa es incluir en el contrato algunas cláusulas que condicionen su economía por episodios extra futbolísticos y hacer regir un sistema de «pautas» para controlar su vida personal.
De hecho, el entrenador Barros Schelotto acusó recibo en Paraguay del incidente y aprobaría la inclusión de las cláusulas de conducta en el contrato de Centurión.
La última palabra la tendrá la dirigencia y Centurión, mientras tanto, espera una resolución para conocer qué será de su futuro.
Fuente: Tlam
