La crisis económica y la caída del salario impactan cada vez con más fuerza en las ventas de los supermercados y los shoppings. En los grandes centros de compra, al igual que en los autoservicios mayoristas, el retroceso en la actividad ya llegó a los dos dígitos.
De acuerdo a distintos informes difundidos por el Indec, el monto de las ventas en los supermercados disminuyó en septiembre un 7,9 %, por lo que ya acumuló tres meses seguidos de baja.
En el análisis por rubros, algunos sufrieron fuertes pérdidas. El reporte oficial solo marca la evolución en lo que se denominan precios corrientes, por lo que no está contemplado el efecto de la inflación. De esa manera, por ejemplo, la facturación en el sector de alimentos muestra un avance de 34 %, mientras el índice de precios al consumidor interanual de septiembre había sido de 40 %, por lo que la caída real es de 6 %.
Con ese criterio, además, se refleja que uno de los derrumbes más pronunciados es el de los lácteos, que pierden 16 puntos frente a la evolución de los precios. Aún más perdió el sector de indumentaria y calzado, cuyo avance de 15,5 % en realidad implica un retroceso de unos 25 puntos. El peor caso es el de los artículos electrónicos, cuyas ventas se desplomaron casi 30 %.
Para el caso de los shoppings, las ventas disminuyeron un 15 %, la caída más fuerte desde 2002. En igual medida bajó la facturación de los autoservicios mayoristas, reveló el Indec.
El informe detalla la evolución en las ventas en los shoppings porteños por un lado y los del Gran Buenos Aires, por otro. Lo que refleja es una disminución de las ventas mucho mayor en los centros del Conurbano bonaerense, donde a pesar de crecer en un 8 % a precios constantes, la facturación tuvo una caída superior al 30 %.
