Los dueños de Vicentin se reunieron con el Gobierno: quieren que el juez de la convocatoria defina la situación de la empresa

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Los dueños de Vicentin se reunieron hoy con representantes del Gobierno nacional en la ciudad santafesina de Avellaneda.

Este miércoles, la empresa intervenida por un decreto de Alberto Fernández y que sería expropiada, según la intención de las autoridades, emitió un comunicado en el que asegura. La agroexportadora cuyo CEO es Sergio Nardelli, rechaza la intervención y pide que el juez de la convocatoria defina la situación de la empresa.

“La compañía hace saber que, con la finalidad de preservar la paz social, evitar perjuicios para el patrimonio de la compañía y preservar los derechos de los acreedores, ha tomado contacto con los representantes de la intervención dispuesta por el Decreto 522/2020 a fin de que con la insoslayable participación del Juez a cargo del concurso preventivo de VICENTIN S.A.I.C., se defina y determine el alcance de la intervención dispuesta”, dice el breve texto firmado por el directorio de la empresa.

Según el sitio local Avellaneda 24, la reunión se llevó a cabo en la Municipalidad de Reconquista, a instancias del intendente, Amadeo Vallejos. Sergio Nardelli y Sergio Vicentín, dos de los directores de la empresa, se reunieron los funcionarios que llegaron ayer a la zona.

Si bien la empresa pone el foco en preservar la paz social, evitar perjuicios para el patrimonio de la compañía y preservar los derechos de los acreedores, Infobae pudo saber que además el objetivo de las familias a cargo de la compañía no dañar más el valor de la firma que está pasando por un complejo proceso judicial con cientos de acreedores, locales e internacionales, y una deuda total de USD 1.350 millones compañía.

Este miércoles por la mañana, el propio presidente Fernández había relatado una reciente conversación con el CEO de la empresa, lo que sirvió como antecedente para la reunión de hoy, luego de fuertes manifestaciones de los pobladores de Avellaneda y Reconquista en contra de la expropiación. “Tuve una buena charla con uno de los accionistas de la empresa, Sergio Nardelli. Confío en que podremos hacer las cosas tranquilos, no es motivo de pelea. Lo que hacemos es rescatar a la empresa de una quiebra, pero tratan de mostrarlo como un gesto arbitrario”, aseguró el presidente en una entrevista radial.

“Hay que explicarle a la gente lo que está pasando: estamos en presencia de un grupo económico que tiene muchas actividades pero la principal es exportar cereales. Vicentin ha entrado en un colapso enorme, como consecuencia de un crecimiento desbordado, y está en muchas dificultades para operar”, dijo Fernández.

Cerca de los Nardelli, tercera generación al frente de Vicentin y CEO en la actualidad, hacen referencia a que, a pesar de la crisis de grupo y de la cuarenten, las tres plantas productivas están en marcha: Ricardone (soja), Renoplast (envases) y San Lorenzo (puerto), más Renova, la empresa de biocombustibles en la que son socios minoritarios de la suiza Glencore.

De la reunión, en la sede histórica de Vicentin, frente a la plaza central de Avellaneda, participan algunos de los directores principales de la empresa y Luciano Zarich, el viceinterventor designado por presidencia y otros abogados del Estado.

Las autoridades nacionales ayer se reunieron con Fabián Lorenzini, titular del juzgado Civil y Comercial de la 2° de Reconquista a cargo del concurso de acreedores de la empresa.

Luego quisieron visitar la sede de la empresa, pero no pudieron entrar: un abrazo al edificio de empleados y vecinos se los impidió. Luego, la marcha se hizo masiva en Avellaneda. Horas más tarde, ya entrada la noche, los funcionarios tuvieron que salir raudamente, y escoltados por la policía, del hotel céntrico de Reconquista en el que pretendían pasar la noche. Hubo insultos y cantos contra la expropiación.

Si bien en un principio se creyó que Zarich había regresado a Buenos Aires, fuentes de Reconquista señalan que habría pasado la noche en la localidad vecina de Vera.

Los vecinos no se las hicieron pasar bien. Les hicieron sentir el rechazo. El intendente de Avellaneda, Dionisio Scarpin, fue uno de los más críticos y hasta dijo que el Gobierno estaba “manoteando y robando” la empresa. “No podemos permitir que una empresa de estas características se expropie. Que roben 90 años de historia. Que roben 90 años de sacrificio, de humildad, de esfuerzo, de inteligencia para poder llevar a Avellaneda al resto del mundo”, destacó el jefe comunal al finalizar la protesta de vecinos.

También hubo cuestiones sanitarias en contra de los enviados del Estado. En una carta enviada a los intendentes de Avellaneda y Reconquista, el comité sanitario de la zona exigió que todas las personas que llegan a ambas ciudades, más si previenen de zonas de circulación comunitaria del coronavirus, hicieran la obligatoria cuarentena de 14 días de aislamiento. “Qué no vuelva a pasar”, exigieron los médicos firmantes.

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