Los teléfonos inteligentes o smartphones han revolucionado y simplificado las actividades más mundanas de los consumidores pero no escapan al ingenio de los piratas informáticos que acceden a los datos privados de sus usuarios.
Un estudio reciente de la empresa californiana Lookout Inc. reveló que el malware -aplicaciones «maliciosas» que ahora también «infectan» a los celulares- ha aumentado significativamente, y los que incorporan el sistema Android de Google tienen 2,5 veces más probabilidades de afrontar una amenaza en sus celulares que hace seis meses.
Es la nueva frontera de los hackers que, no contentos con robar la información confidencial de millones de usuarios, ahora se ensañan con quienes que descargan esas aplicaciones en sus teléfonos.
«Hemos visto un aumento en malware, en comparación con enero pasado. Como más consumidores se adaptan a los smartphones, los criminales encuentran un mercado lucrativo y ponen a prueba nuevos modelos de negocios para hacer dinero a expensas de consumidores ingenuos», dijo a Efe Kevin Mahaffey, cofundador de Lookout Mobile Security y autor del estudio.
«Cuando estén navegando Internet, los usuarios de estos teléfonos inteligentes en todo el mundo deben tener cuidado al descargar aplicaciones y pulsar en enlaces, como harían desde sus computadoras», recomendó Mahaffey en un correo electrónico.
Amenazas. El informe de Lookout analizó datos de más de 700.000 aplicaciones y diez millones de teléfonos en todo el mundo y, según sus cálculos, una tercera parte de los usuarios padecerá alguna «amenaza móvil».
Según Lookout, entre 500.000 y un millón de usuarios se «contagiaron» de algún tipo de malware entre enero y junio pasado.
A lo largo de 2011, tres de cada 10 usuarios tienen la probabilidad de caer en un sitio que robe sus datos financieros.
En el primer semestre de 2011, el número de aplicaciones con malware aumentó de 80 a 400, y «DroidDream» y «GGTracker» conformaron las dos amenazas más prevalentes.
Los inventores de «DroidDream», por ejemplo, sacaron al mercado más de 80 aplicaciones infectadas con variaciones del mismo malware, con la idea de interceptar mensajes o lograr el control del celular desde un servidor.
Registro. Además de mantener un registro de las llamadas hechas o recibidas en un teléfono móvil -algo normal en estos dispositivos-, algunas de estas aplicaciones pueden grabar el contenido sin que el usuario lo sepa o autorice.
Es fácil caer en la trampa porque los hackers se las han ingeniado para ocultar el malware en aplicaciones que parecen legítimas, lo que en la jerga del sector se conoce como «phishing».
Una de sus tácticas preferidas es el denominado «malvertising», en el que anuncios por la red móvil invitan al usuario a una página web y, al sólo entrar, activan una descarga automática de la aplicación.
Otra táctica es que primero publican una aplicación libre de sospechas y, cuando aumenta su base de usuarios, lanzan una actualización infectada.
En Estados Unidos, cerca del 40 por ciento de los adultos posee un iPhone, BlackBerry, u otro tipo de teléfono inteligente, según la empresa Nielsen.
Fuente: La Voz del Interior