El gobernador correntino Gustavo Valdés también obtuvo su foto con Wado de Pedro. El ministro del Interior concretó con la reunión de ayer los encuentros personales con los tres gobernadores radicales, que arrancaron con Gerardo Morales, de Jujuy, y siguieron con Rodolfo Suárez, de Mendoza. El titular de la cartera política muestra una apertura hacia el diálogo con la oposición que no pudo verificarse en las gestiones de Cristina Fernández de Kirchner.
Valdés tiene una provincia ordenada en términos presupuestarios, sin déficit fiscal y con una deuda manejable. Además, gozó de un vínculo especial con la gestión de Cambiemos, que permitió que tanto él como su antecesor, Ricardo Colombi, recibieran gran cantidad de inversiones en materia de infraestructura e impulso a nuevos emprendimientos. Durante los años cristinistas, Corrientes estuvo prácticamente aislada de la gestión nacional.
Ayer, por el contrario, Valdés salió optimista del encuentro que tuvo con el ministro y declaró a los medios acreditados en la Casa Rosada: “Tenemos que retomar una agenda de desarrollo y crecimiento en la cual veníamos trabajando con el anterior gobierno”.
Es que la reunión duró una hora y media, entre las 17 y las 18.30, tiempo que le sirvió a Valdés para explicarle a De Pedro el desarrollo que está realizando sobre el río Paraná, donde están desarrollando tres puertos con fondos provinciales y buscando financiamiento para reactivar el puerto nacional.
De Pedro también escuchó el recurrente reclamo de fondos provinciales que son adeudados por la Nación. Específicamente, Valdés dijo que “hay una cuota de 150 millones correspondiente al año 2017 que está pendiente, más otros 247 millones que nos adeuda ANSES, correspondiente a las últimas dos cuotas del año pasado”, pero el ministro solo tomó el reclamo y no se comprometió a ninguna respuesta en el corto plazo.
Alberto Fernández también se reunió con los gobernadores radicales en plena discusión de la Ley de Emergencia, que fue aprobada en diciembre. El 16 de diciembre, a diez días de asumir el nuevo gobierno, Morales, Suárez y Valdés fueron convocados por el Presidente, quien les pidió colaboración en el Congreso para torcer el duro posicionamiento de los titulares de Juntos por el Cambio en ambas Cámaras. En ese encuentro también estuvo presente el ministro del Interior.
Durante el mes de enero, De Pedro mantuvo reuniones privadas con todos los gobernadores oficialistas y también con los opositores, en una estrategia que busca mostrar la voluntad de diálogo del Gobierno y el intento de coordinar políticas en el marco de austeridad presupuestaria que dominan los primeros meses de gestión, cuando recién está encarando los problemas estructurales de la economía que dejó la deuda externa heredada.
