Luiz Inácio Lula da Silva aseguró este sábado que Brasil está “listo” para firmar el acuerdo de libre comercio que negocian la Unión Europea y el Mercosur y ahora corresponde a Europa, tras las elecciones del Parlamento Europeo, tomar sus propias decisiones.
“Le dije [a la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen] que después de todas las negociaciones que Brasil hizo para cambiar el acuerdo (…) Brasil está listo para cuando la Unión Europea quiera firmar, ahora el problema son ellos”, dijo Lula en la conferencia.
Von der Leyen, que aspira a ser reelegida en su cargo, se vio con Lula durante la cumbre y, al término del encuentro, manifestó en un mensaje en X su compromiso con el tratado comercial: “En el Mercosur, la Comisión Europea sigue comprometida con un resultado bueno y mutuamente beneficioso”, escribió.
Desde la localidad de Carovigno, en la región de Apulia, donde se celebra el G7, el brasileño se mostró sin embargo optimista para cerrar este tratado cuyas negociaciones empezaron hace 25 años.
“Vuelvo con el optimismo de que en el Mercosur estamos listos para firmar ese acuerdo y seguro de que será beneficioso” para todos, dijo.
Días atrás, el presidente de Paraguay Santiago Peña había dicho que no ve las condiciones para que avance el acuerdo comercial. “La sensación un poco es que no estamos avanzando con la rapidez que quisiéramos”, refirió el mandatario tras la consulta de periodistas sobre el estado de las negociaciones.
El mandatario reconoció que ha escuchado los últimos días que los Veintisiete ahora están interesados “en volver a retomar el acuerdo”. Pero aclaró: “Yo genuinamente le digo, no veo las condiciones, así que estamos siempre atentos”.
Por otro lado, mencionó que están abiertos a nuevos acuerdos económicos, que avanzan “rápidamente”, como el que el Mercosur estudia con Emiratos Árabes Unidos.
La UE y el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, en proceso de adhesión definitiva, negocian desde hace más de 25 años un tratado de libre comercio.
En 2019, ambos grupos llegaron a un acuerdo de principios, pero desde entonces han surgido demandas y dudas a ambos lados del Atlántico que han frustrado hasta ahora la firma definitiva.
El acuerdo se topa con la resistencia de algunos países europeos, principalmente Francia, que teme la llegada masiva de productos agrícolas sudamericanos.
Si se adoptara, el tratado permitiría a las potencias agrícolas sudamericanas exportar a Europa carne, azúcar, arroz, miel o soja. La UE exportaría por su parte autos, maquinaria y productos farmacéuticos, entre otros.
(Con información de EFE y AFP)
Fuente Infobae