-¿Cómo se definiría Magalí Tajes?
-Uf…creo que soy un mix de cosas, un popurrí. Cada vez que intento definirme, llega otra cosa y me dice: “¡Hey, no te definas, mezclate!”. Me parece que la mezcla hace a la potencia: estudiar psicología, hacer stand up y escribir son cosas que se potencian las unas a las otras. Menos para recibirme de psicóloga, todo se potencia.
-¿Qué lugar ocupa el humor en tu vida?
– Me encanta el humor, ocupa el 90% de mi vida. Por momentos lo necesito, no puedo afrontar situaciones horribles sin reírme de eso. No me río todo el tiempo, pero es lo primero que se me viene. El humor y el miedo son reacciones instantáneas cuando algo me pasa.
-Teniendo en cuenta tu costado de escritora y, en particular, de poeta, en los últimos años surgió el debate entre lo que es poesía y lo que es stand up. Vos, que hacés ambas cosas, ¿cómo te parás en esa discusión?
-Me parece que el humor es una linda manera de hacer poesía. No sé si tanto en Argentina, pero hay muchos comediantes que hacen poesía con el humor. Lo que sí hay en Argentina son muchos poetas que hacen humor con la poesía, como Mana Bugallo. Vos la ves a ella y no podés evitar reirte, al mismo tiempo que te pega. No sabés si es gracioso o te está doliendo, y ese es el secreto: no distinguir.
-¿Cómo tomaste la repercusión que tuviste en las redes sociales?
-Sí, obvio que me sorprendió. Laburé para eso, pero cuando me pasó no lo entendí, creí que se me había roto el celular porque me empezaron a llover notificaciones. Empecé a pensar: “¿Otra vez se me rompió el teléfono? ¡Lo acabo de comprar!”. Después me di cuenta de que no, no era eso, y me asusté. Estuve dos o tres días sin subir nada porque tenía miedo, sentía que iba a depender de la aprobación de los demás. Al rato comprendí que ya sabía cómo vivir sin aprobación, porque siempre fue así, por lo que dejé ese temor atrás. Por suerte, sigue habiendo mucha respuesta, sobre todo de adolescentes y jóvenes, y eso está buenísimo.
-En lo que hacés de narrar historias o chistes, también aprovechás para denunciar, el lugar que ocupa la mujer en la sociedad ¿Aún hoy es difícil que una mujer pueda competir por un lugar de prestigio en las mismas condiciones que un hombre?
-Sí, para la mujer sigue siendo más difícil. Incluso con todo el alcance que llegué a tener a nivel de redes sociales, me sigue costando un montón, y creo que es por ser mujer. Si fuera más “minita” o menos combativa y sólo hablara de tacos y vestidos, siento que por ahí me sería más fácil todo. Igual me gusta que sea difícil, porque eso da cuenta de que la gente que me sigue está más de acuerdo con una manera más justa de ver el mundo. Me gusta incomodar desde el humor y me parece que la única mujer que logró hacer eso fue Malena Pichot, pero ella tiene un estilo aún más combativo o agresivo que a mí no me sale tanto.
-¿Cómo te llevás con esa expectativa de que en Instagram, por ejemplo, haya más de 300 mil seguidores esperando lo que subas y que se puede multiplicar más aún?
-En general no pienso en eso. Ahora que me lo dijiste me asusté. Fue muy gradual, porque empecé y no llegaba ni a los 2 mil, fue todo día a día. No siento ahora una presión diferente. Ya era un montón de gente de por sí y es la misma presión.
-¿Cómo te adaptás a los distintos formatos a la hora de hacer humor?
-Tanto en el escenario como en videos es donde más cómoda me siento. Ya si se cambia la cámara o hay alguien grabando ya me pondría más incómoda. En la tele tampoco me siento muy cómoda, no me gusta que no haya posibilidad de equivocarse.
-Por último ¿cuáles son tus próximos proyectos?
-Me gustaría visitar con Rayuela todas las provincias que nos faltan, que por suerte son cada vez menos. También estoy armando un unipersonal y armando un segundo libro que va a apuntar a la identidad, pero a diferencia de ‘Arde la vida’ no quiero que hable tanto de mí. Creo que la gente ya me conoce demasiado.
Magalí Tajes y Uke Geraci con su Gira ‘Rayuela Stand Up’, estarán presentándose en Santiago del Estero este jueves a las 22 horas en el Teatro 25 de Mayo. Las entradas están a la venta en boleteria del teatro.