La primera ministra británica, Theresa May, dijo que no había «alternativa practicable» al uso de la fuerza en Siria, al anunciar que el Reino Unido se unió a a Francia y Estados Unidos en lanzar ataques contra Siria.
«Esta noche he autorizado a las fuerzas armadas británicas a llevar a cabo bombardeos coordinados y dirigidos para degradar las capacidades de armas químicas del régimen e impedir su uso», dijo en un comunicado.
El comunicado de la primera ministra británica traducido
Esta noche he autorizado a las fuerzas armadas británicas a realizar ataques coordinados y selectivos para degradar la capacidad de armas químicas del régimen sirio y disuadir su uso.
Actuamos en conjunto con nuestros aliados franceses y estadounidenses.
El sábado pasado, en Duma, un ataque con armas químicas mató a más de 75 personas, incluidas niños, en circunstancias de absoluto horror.
El hecho de este ataque no debería sorprender a alguien.
El Régimen Sirio tiene historial de uso de armas químicas contra su propia población en la más cruel y aberrante forma.
Y una cantidad significativa de información incluida de inteligencia indica que el Régimen Sirio es responsable de este último ataque.
Este patrón persistente de comportamiento debe ser detenido, no sólo para proteger a las personas inocentes en Siria de las horribles muertes y damnificados causados por las armas químicas, sino también porque no podemos permitir la erosión de la norma internacional que impide el uso de estas armas.
Tratamos de utilizar todos los canales diplomáticos posibles para lograr esto.
Sin embargo, nuestros esfuerzos fueron repetidamente frustrados. Incluso esta semana los rusos vetaron la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que habría establecido una investigación independiente sobre el ataque de Duma.
Entonces no hay alternativa practicable que no sea el uso de la fuerza para degradar y deteriorar el uso de armas químicas por parte del Régimen Sirio.
Esto no es sobre intervenir en una guerra civil. No es sobre cambiar un régimen.
Se trata de un ataque limitado y específico que no busca intensificar aún más las tensiones en la región y que hace todo lo posible para evitar víctimas civiles.
Y aunque esta acción es específicamente para disuadir al régimen sirio, también enviará una señal clara a cualquier persona que crea que puede usar armas químicas con impunidad.
En este momento, mis pensamientos están ccon nuestros valientes combartientes hombres y mujeres, y nuestros compañeros franceses t estadounidenses, quienes tratan de realizar su tarea con el mayor profesionalismo.
La velocidad con la que actuamos es esencial para cooperar con nuestros socios para aliviar el sufrimiento humanitario y para mantener la seguridad vital de nuestras operaciones.
Esta es la primera vez, como primera ministra, que debo tomar la decisión de compremetr nuestra fuerzas armadas en combate; y no es una decisión que haya tomado a la liegra.
Lo hice porque considero que esta acción representa los intereses británicos.
No podemos permitir que se naturalice el uso de armas químicas, en Siria, en las calles del Reino Unido o en cualquier parte del mundo.
Hubiéramos preferido un camino alternativo. Pero en esta ocasión no existió.
La historia enseña que la comunidad internacional debe defender las reglas y los estándares que nos mantienen a salvo.
Eso es lo que nuestra nación siempre hizo. Y lo que continuará haciendo.