Tres hermanos de 2, 7 y 9 años y sus primos mellizos de un año murieron este domingo carbonizados junto a sus madres, al incendiarse una vivienda precaria en la localidad bonaerense de Punta Lara, partido de Ensenada, informaron fuentes policiales.
El siniestro ocurrió cerca de las 6 en una casa ubicada en la calle 16 y 9, y se investiga si el origen fue una falla eléctrica en una estufa. En el lugar trabajaron cinco dotaciones del cuartel central de bomberos, informaron los voceros.
Las víctimas fueron identificadas como Camila Cáceres (24), su hijos Thiago (2), Eneas (7) y Sandro (9), Ramón y Elena, mellizos de un año, y su madre Evelin Cáceres (26). Tanto Evelin como sus hijos no vivían en la casa que se incendió. El caso fue caratulado como muerte por incendio e interviene la Fiscalía 1 del Departamento Judicial La Plata.
El intendente de Ensenada, Mario Secco, expresó en su cuenta de Twitter: «Con mucho dolor lamento la tragedia ocurrida en una vivienda de Punta Lara, en la que fallecieron cinco menores y dos adultas. Apenas llegó la notificación del 911, nos hicimos presentes en el lugar personal Municipal junto a Bomberos y Policía».
«Quedamos a total disposición de los familiares acompañándolos en este terrible momento. Aún no fue confirmada la causa del incendio y se hacen los peritajes correspondientes», escribió.
Fuentes de la investigación informaron que, de acuerdo a los testimonios, en la vivienda, ubicada en el barrio «Piria» de Punta Lara, vivía Camila Cáceres (24) junto a su hijo Thiago de 2 años de edad, y que «su hermana Evelyn, la visitaba en forma esporádica junto a su hijos».
«Estuve despierto en mi casa hasta las cuatro de la madrugada», dijo Carlos, uno de los vecinos de la familia, y quien reconoció que cuando se fue a dormir escuchó voces, y a los pocos minutos gritos, a los cuales le restó importancia tras considerar que era común que su vecina levantara el tono de voz.
Sin embargo, Carlos afirmó que «minutos después» escuchó «unas explosiones» y vio que «había un incendio en la casa». Agregó que se dirigió al lugar con la intención de sofocar las llamas mientras «pedía ayuda a los vecinos para que llamaran a los bomberos», pero en minutos la vivienda «ya había sido consumida por el fuego».
De igual modo, varios vecinos del lugar escucharon gritos provenientes de la vivienda, y advirtieron a las autoridades sobre el avance de las llamas.
Silvana, una vecina lindera al domicilio, contó que unos días antes de producirse el siniestro, un electricista de la zona les habría advertido que «los cables eran muy finos y debían cambiarse».
«Debían cambiar cierta parte de la instalación; tenían una instalación con cables muy delgados. Tenían que cambiar a una instalación monofásica, pero no contaban con el dinero suficiente», afirmó, según las fuentes.
También se constató mediante referencia de familiares que la víctima calefaccionaba la casa construida totalmente de madera con una estufa del tipo a velas eléctricas que tenía en su dormitorio.
Al respecto, las fuentes indicaron que, de acuerdo a las pericias preliminares, se pudo comprobar que en un sector correspondiente al pasillo de la vivienda e ingreso al dormitorio, se hallaba una garrafa en lo que podría ser la cocina, que pudo haber impedido a la familia salir por ese sector.
Además, precisaron que el fondo de la vivienda solo contaba con una ventana con rejas, lo que hacía imposible la salida de las víctimas por ese sector.
En este sentido, voceros de la investigación señalaron que «tanto de las entrevistas con vecinos y familiares de las víctimas, no se encontró elemento que hiciera presumir intervención de terceros» como tampoco hasta el momento «elementos que hagan presumir una actividad criminal, sino que se trató de un accidente fatal que produjo el siniestro y consecuentemente la muerte de los moradores».