Este domingo a partir de las 22 horas, en el Club Ciclista Olímpico se desarrollará la XV Edición de la Fiesta del Violinero, la cual fue creada por el reconocido violinista bandeño Néstor Gárnica.
En diálogo con LA BANDA DIARIO el Violinero de todos los tiempos comentó, «estamos contentos de cumplir 15 años con la fiesta del violinero. Se trata de un espacio que se abre a la cultura y a todos los músicos famosos, no famosos, grandes, pequeños. No ha sido fácil lograrlo, pero aquí estamos».
Consultado si en algún se había imaginado la repercusión que iba tener, indicó, «uno no se imagina la proyección que puede tener. Cuando uno agarra la guitarra no sabe si será un cantor barrial, un cantor de los domingos en la familia. Los me llevaron para otros lugares; se ha dado la posibilidad de ser parte de la delegación oficial de Santiago del Estero, cuando era apenas un niño. Después empecé a tocar el violín de la mano de Sixto Palavecino, conocí a Los Manseros; a los Banegas, a los Carabajal«.
Agregó, «he conocido el violín y después pude viajar por el interior de Santiago, del país, países limítrofe y algunos países de Europa».
En relación a su estadía en Europa, Garnica reflexionó, «no puedo hablar de un antes y un después. Creo que mi aparición en el folclore nacional con el violín ha sido algo importante. Creo que he venido a llenar un espacio que estaba vacío de los instrumentistas en el folclore argentino».
Toda su pasión por la música folclórica y su amor por el violín ha sido transmitido a sus hijos, «con mi hija siempre tocamos, ella nació nació con un violín en la mano a diferencia de mí que lo conocí en grande. Si ella sigue estudiando y tocando como lo hace tendremos en poco tiempo una gran violinista. Ojalá esa llama siga encendida, es una intención que he tenido desde que empecé a tocar el violín».
A la vez sostuvo, «me gustaría que este movimiento no termine en mí que se siga proyectando, cada uno con su sueño .Estamos hablando de otras épocas, otros tiempos que sea a su manera».
Finalmente y en relación a cómo ve la situación del país mencionó, «No es fácil. Estos últimos 30 años no ha sido fácil para nadie. A mí me costó un auto exilio, más allá de una beca que he tenido. Hoy en día no me voy porque tengo hijos de corta edad, y no quiero sentirme extranjero en otro país. Hace 30 años que venimos garroteados desde que tengo uso de razón. Pero siempre hay que apostar, y darle para adelante, es lo que queda y es lo único que me dejó de mensaje estas políticas económicas».
