«Voy a apoyar a Messi y, apoyando a Messi, automáticamente apoyás a Argentina. Messi viene haciendo una competición importante. Argentina perdió el primer partido y todo el mundo empezó a criticar a Messi. De repente, se hizo cargo y dijo ‘déjemelo a mí'», señaló el exdefensor campeón del mundo en Estados Unidos 1994 y Japón-Corea 2002.
El exjugador de San Pablo y Palmeiras de Brasil, Zaragoza de España, Roma y Milan de Italia, tiene debilidad por el astro rosarino: «Siempre he sido fanático de los grandes jugadores, los jugadores que marcan la diferencia en el fútbol. Y Messi es uno de ellos».