Con profunda emoción, el padre Alejandro García se dirigió a la asamblea tras ser ordenado sacerdote de la Diócesis de Santiago del Estero.
Su primera palabra fue «Gracias» y fue sorprendido por el aplauso de los presentes.
«La vocación nace en la familia, gracias. Hoy es un día muy feliz para mi, sin dudas el más feliz de mi vida, está mi ‘viejo’ aquí acompañándome seguramente, está mi madre, mis hermanos, gracias familia», expresó.
También destacó: «Están todas las comunidades por las que he pasado, la del Convento Santo Domingo que ha sido mi casa desde la infancia, la parroquia Nuestra Señora de Sumampa, San Luis Gonzaga, la parroquia de Nueva Esperanza, el Santuario de Mailín, Santa Lucía, gracias por acompañarme».
«Les agradesco a mis hermanos sacerdotes, seminaristas, diáconos, en especial a monseñor Vicente y monseñor ‘Kike’ que nos acompañan en el pastoreo, ellos animan nuestro sentir cristiano; pidamos juntos que el Señor nos siga sorprendiendo con más vocaciones».
También destacó el acompañamiento del padre Jorge, «quien ha sido el primer cura con el que me he confesado. Con él he experimentado la misericordia de Dios; la misericordia que desde ese primer momento ha comenzado a prender fuego, esa misericordia que quiero compartir con ustedes».
Recordó a sus formadores los padres Julián, Gastón, Sergio, Hernán, Marcelo, a sus hermanos del seminario por estar siempre a su lado.
Por último expresó: «Gracias a Ustedes. La vocación surge desde la oración, sigan rezando».
